Feijóo minimiza el apoyo a la huelga y se reafirma en su política sanitaria
Los convocantes aseguran que los ciudadanos han respaldado su protesta
Las dos jornadas de huelga secundadas por un considerable porcentaje de trabajadores de la sanidad pública gallega no moverán un milímetro la política sanitaria de la Xunta. El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, no tendrá en cuenta esta “huelga preventiva” cuyo respaldoa precisó, “no llega al 25%”, según los datos del Sergas —los sindicatos convocantes elevan el apoyo a cerca del 80%— que no incluye a los profesionales que cubrieron los servicios mínimos, más de un tercio del total. “Van a ser muy pocos” los que tengan un descuento en sus nóminas, sentenció el presidente remarcando de esta forma el “escaso” respaldo a la convocatoria de paro realizada desde los sindicatos CESM-O’Mega, CIG y CC OO. Feijóo obvia así las reclamaciones del colectivo sanitario que ha mantenido durante dos días consecutivos la primera medida de presión contra su gestión al frente de la Xunta para clamar contra el “desmantelamiento de la sanidad pública y los primeros pasos hacia su privatización”.
Mientras los representantes sindicales expresan su satisfacción por el “espectacular respaldo” que aseguran haber encontrado no solo entre los profesionales, sino “sobre todo” en la ciudadanía “que entendió que está en juego el sistema sanitario público”, el presidente sostiene que las demandas están ya garantizadas por su Gobierno. “Seguiré apostando por la sanidad pública con la misma intensidad”, se reafirmó Feijóo en su política, contestando a preguntas de los periodistas, para recalcar que “Galicia cuenta con uno de los mejores servicios sanitarios de Europa” y puntualizar, a continuación, que “el Sergas es uno de los servicios con mayor inversión de todas las comunidades autónomas”, informa Europa Press.
Frente a los datos “alarmantes” que exponen los sindicatos médicos —copago farmacéutico y del transporte sanitario, creación de las áreas de gestión clínica “basadas en el ahorro a costa de la salud de los pacientes”, privatización “a través de los contratos de alta tecnología”, y recortes en personal— Feijóo sostiene que “no hay ningún motivo de preocupación” y minimiza la incidencia del paro laboral de los profesionales que considera prácticamente simbólico. “La inmensa mayoría de la plantilla”, aseguró, “decidió acudir a los centros y ejercer su derecho a seguir trabajando por la consolidación de la sanidad pública” que leva a cabo su Gobierno. El Sergas rebajó a un 23,24% (entre los que no secundaron la huelga cuenta a los profesionales obligados a cubrir los servicios mínimos, más de un 35%) el seguimiento global en las dos jornadas de paro, que el lunes estimó en el 29,53%.
En la misma defensa de la gestión sanitaria de la Xunta se empleó el portavoz parlamentario del PP en esta área, Miguel Ángel Santalices, que lamentó, en alusión directa a los socialistas, que “por primera vez los gallegos estén sufriendo los efectos de una huelga preventiva en contra de unas medidas que el Gobierno gallego ya anunció que no va a realizar”. Santalices, que defendió la creación de las áreas de gestión clínica con las que el Sergas pretende que los médicos asuman los recortes “a costa de la salud de los pacientes”, tildó de “incoherente” una convocatoria de huelga en contra de la privatización cuando “se están construyendo hospitales y centros de salud públicos dotados con tecnología de última generación”.
Los portavoces sindicales se reafirman en que el Sergas ha dado pasos “más que suficientes” hacia “la pérdida de los valores de la sanidad pública” y reivindican el carácter político, “que no partidista”, de una huelga “convocada, precisamente, contra la política privatizadora de la Xunta”.
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