Javier Ruibal da rienda suelta a su “vocación planetaria”

"Siempre he tenido vocación planetaria", afirma Javier Ruibal (El Puerto de Santa María, Cádiz, 1955) ante las 13 canciones de su nuevo álbum, Quédate conmigo, con el que ha estrenado sello discográfico propio con un nombre muy cabal: Lo Suyo Producciones. Entre estos temas, de los que el guitarrista y cantante firma tamién la letra y la música, se entrelazan sonidos de India, de samba brasileña, de rock o, por supuesto, de flamenco, un género que siempre ha estado presente en su carrera.

"Está bien que se note la identidad de cada uno, en mi caso la andaluza que tiene un poder identitario muy fuerte. Pero me interesa que mi trabajo no se quede dentro de las fronteras andaluzas, sino hacer un encuentro con las músicas de otros lugares. No se trata de experimentos con mezclas de sonidos distintos, sino de inventar la música de un país utópico, sin fronteras", explica el músico en Sevilla, donde acaba de presentar Quédate conmigo, un álbum que hace el número 11 de su discografía desde que, en 1982, publicó Duna.

"Son temas tan distintos como El príncipe de los parias, sobre un niño indio que sueña con ser artista en Bollywood en el que el ritmo que late por debajo de la melodía es una samba. O Los mares del surf, una bulería sobre los abusos de la especulación inmobiliaria en las playas gaditanas. En este disco, como en todos los que he grabado, hay cuatro o cinco canciones más flamencas porque me gusta que el flamenco aparezca como protagonista", comenta el músico que empezó a coquetear con la música en Barcelona, cuando tenía 20 años y era estudiante de Medicina.

Entonces interpretaba canciones de artistas tan dispares como Joan Manuel Serrat, Bob Dylan, Los Beatles, Lole y Manuel o Silvio Rodríguez. "Llega un momento en que uno no puede ser la réplica de otro y tiene que intentar ser uno mismo. Al principio mis canciones eran muy precarias y adolecían de la experiencia necesaria, algo imprescindible en todos los oficios", apunta el artista que desde hace más de 30 años compone no solo para él sino también para algunos amigos entre los que se encuentran Martirio, Javier Krahe o Pasión Vega.

Cine Macario, una sala de El Puerto que ya no existe y a la que Ruibal acudía en su adolescencia, es uno de los temas más flamencos de su nuevo trabajo. En esta pieza ha contado con la colaboración de Diego Carrasco, Tomasito, David Palomar y Juan Diego Mateos. A todos ellos se suma su hija, la bailaora Lucía Ruibal, que aporta el zapateado que suena edemás en esta bulería.

Diego Carrasco, Tomasito, David Palomar y Juan Diego Mateos colaboran en 'Cine Macario', una bulería

Javier Ruibal lleva toda la vida componiendo e interpretando sus tema aconpañado por su guitarra, pero no le gusta que le clasifiquen como cantautor. "Una parte del público lo asocia con una música poética y reivindicativa, pero piensan 'no me voy a divertir'. Yo intento emocionar, pero también que la gente se divierta y no darle la brasa a nadie", deja claro el artista quien, a la vista de cómo está el mercado ha decidido crear su propio sello discográfico y editar su disco, que ha producido su hijo Javi Ruibal, quien también se encarga de la percusión en la grabación.

"La culpa de que no se vendan discos no la tiene solo Internet, sino también la desafección por la música en la que público ha caído. Creo que vivimos una involución, que la gente apuesta más por el mercadeo y por el éxito rápido que por el trabajo bien hecho y perdurable", asegura Ruibal quien ha iniciado una gira con su nuevo disco con paradas, entre otros escenarios, en la Fundación Tres Culturas de Sevilla (6 y 7 de febrero) o en el Gran Teatro Falla de Cádiz (4 de abril).