De Andrés escribe al Papa
El diputado general espera que Francisco le reciba tras fracasar la invitación a inaugurar la catedral
“Monseñor, me atrevo a solicitarle que haga llegar a Su Santidad nuestra petición de una renovación del apoyo con el que la Santa Sede, en su día, aleccionó” a los alaveses. Con estas palabras, el diputado general alavés, Javier de Andrés, pidió al papa Francisco que acudiese a Vitoria a presidir los actos de apertura al culto de la renovada Catedral de Santa María.
La frustada visita del Papa tenía que haberse producido el próximo domingo, cuando inicialmente estaba prevista su apertura al público. Ni una cosa ni otra. Los actos se han vuelto a retrasar hasta el primer trimestre de 2014 y la demanda de visita papal se ha transformado en audiencia en Roma.
De Andrés ha remitido tres misivas a la Santa Sede. Primero contactó con el embajador de España en el Vaticano, Eduardo Gutiérrez Sáenz de Buruaga, y después remitió dos cartas más al nuncio (embajador) del Vaticano en España, Renzo Fratini. El motivo era de calado para los alaveses. “Acabamos de celebrar el 150 aniversario de la creación de la diócesis de Vitoria y de la erección de Santa María a la condición de catedral”, explicaba De Andrés a Fratini.
Ahora se encuentra a la espera de noticias positivas para así reeditar la conexión que los alaveses establecieron en 2002. Los días 10 y 11 de diciembre de aquel año, Juan Pablo II recibía en audiencia a los responsables del proyecto de restauración de la Catedral Vieja. Han pasado 11 años y dos papas. Desde entonces, se han invertido más de 24 millones de euros en la restauración de un templo del siglo XIV que fue construido en la zona más alta de la vieja aldea de Gasteiz sobre una iglesia anterior románica, de la que ya no quedan restos.
La Embajada en el Vaticano ofreció su respaldo a la
La rehabilitación se ha hecho famosa precisamente por estar abierta al público mientras se trabajaba en su interior. Las labores de restauración han merecido importantes premios, como el Europa Nostra, el galardón a la conservación y mejora del patrimonio cultural más importante que se concede en Europa.
El pasado 3 de septiembre, De Andrés escribía a Fratini. “Vuelvo a tener el gusto de dirigirme a usted para solicitarle una audiencia en la que poder explicarle personalmente las actuaciones que se han desarrollado en estos años y que, en mi humilde opinión, están siendo de vital importancia para la restauración y consolidación de la Catedral de Santa María de Vitoria, y en consecuencia la rcuperación del culto religioso”, señalaba la misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
El año 2000 resultó espectacular para Santa María. Comenzaron las visitas a las obras de restauración, y poco después se hicieron mundialmente famosas gracias a que escritores como Ken Follet, quien se inspiró en el templo para escribir Un mundo sin fin, o José Saramago visitaron las obras. También las recorrrieron los Reyes.
En junio de 2011, ya se había superado el millón de visitantes. Gutiérrez Sáenz de Buruaga respondió a la primera pétición con muy buenas palabras: “Pueden ustedes contar con el respaldo de esta Embajada en sus deseos de que Su Santidad renueve el apoyo que la Santa Sede ofeció a la Catedral de Santa maría, especialmente en un momento de tanta emoción para los alaveses”.
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