La trama millonaria de facturas falsas que denunció un empresario se desmorona
En los documentos aportados por Costas “no hay concreción” ni ningún dato nuevo
Lo que prometía ser la prueba de cargo contra casi una treintena de empresas y siete entidades bancarias como implicadas en la mayor trama de facturas falsas para el pago de comisiones para adjudicaciones de obras se ha desmoronado. Después de que el dueño de la firma gallega 5 Jotas, dedicada a la fabricación de casas de madera, acudiera al juzgado como testigo de cargo para presentar facturas falsas, cheques y pagarés para probar la existencia de la millonaria trama que habría facturado en ocho años 150 millones de euros, los investigadores han reducido al mínimo las expectativas probatorias de los documentos aportados por José Manuel Costas.
Aunque hay absoluta discreción en torno al caso, que se investiga al hilo del mayor fraude del IVA por el que ya fue condenado el empresario arrepentido, los responsables de la investigación han restado interés a los cientos de papeles presentados por Costas. Fuentes de la Fiscalía de Vigo indican que en estos documentos “no hay concreción” ni ningún dato que no figure ya en la causa. El empresario, recientemente condenado a cuatro años de cárcel por delito fiscal y falsedad documental, había denunciado en el juicio la existencia de una trama de facturas falsas en la que él mismo participó como emisor entre 2002 y 2009. Durante más de dos horas, Costas declaró ante la jueza instructora, el fiscal, el abogado del Estado y representantes legales de la mayoría de las empresas implicadas por el empresario.
Detalló las facturas falsas que él emitió, las cantidades que facturó y las empresas que las cobraron, siempre a través de entidades bancarias. Según el denunciante, la mayor factura fue de 10 millones y la emitió para una empresa de obra pública dedicada a prevención de riesgos, aunque apuntó a otras entidades y filiales que operan en diversos sectores, desde la alimentación a la construcción de puentes para Fomento.
Costas explicó que “en la práctica se trataba de convertir el dinero A en B” basándose en los presupuestos de obras que presentaba, facturas que luego eran infladas por las empresas. El empresario dijo que se había prestado a esta estafa durante ocho años a cambio de obras que “solo se quedaron en meras promesas”, lo que lo llevó a denunciar.
La comparecencia de Costas pretendía también implicar a representantes de los partidos mayoritarios en Galicia que presuntamente habrían cobrado comisiones y sobornos. “Mi empresa en realidad hizo facturas falsas para que otros pagasen las comisiones a los partidos que les adjudicaban las obras”, añadió el empresario en su denuncia judicial. Pero Costas solo mencionó a un alcalde del PP de Ourense del que dijo haberle pagado en el ayuntamiento, como adelanto, 50.000 euros a cambio de la construcción de un polígono. La Fiscalía lo considera una prueba testifical sobre un presunto soborno y que, en todo caso, habría que investigarlo como causa aparte.
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