El desfalco de San Fernando acaba con la carrera del exalcalde del PA

Manuel María de Bernardo quería mantenerse en el Ayuntamiento de San Fernando  (Cádiz) hasta demostrar su inocencia. Hace tres años que se supo que de la caja municipal, mientras él era alcalde, se robaron más siete millones de euros. Muchos le acusaron de haberlo permitido y aquel desfalco pudo ser determinante para la derrota del PA en las elecciones municipales. Él siempre negó responsabilidad alguna y se mantuvo en su puesto de concejal, con un cargo en el gobierno, gracias a un pacto con el PP que le dio a los populares la alcaldía y a él un puesto de dedicación exclusiva como concejal de limpieza y parques. Este martes presentó su dimisión. Se marcha sin haber podido demostrar que era inocente. Al contrario, se va con una sentencia que le considera responsable subsidiario de aquel robo.

El Tribunal de Cuentas cree que Manuel María de Bernardo y su antecesor Antonio Moreno, durante varios años caras muy visibles del andalucismo, tuvieron una responsabilidad indirecta ya que como máximo dirigentes políticos no tomaron las medidas necesarias para impedir que los cajeros municipales Clemente Ruiz y María José Lebrero sustrajeran durante varios años más de 7,8 millones de euros. A los cajeros les considera responsables directos pero a los alcaldes, subsidiarios porque pudieron haber frenado la desaparición de dinero público y no lo hicieron. La sentencia establece que Ruiz y Lebrero deben devolver 7,6 millones de euros, mientras que los interventores, tesoreros y los dos alcaldes cantidades que van de los 67.000 a los 29.000 euros. Concretamente, De Bernardo y Moreno deberán pagar 29.250 euros.

Durante este juicio contable, De Bernardo adelantó que su intención era marcharse de la política municipal. Había entrado en el Ayuntamiento como concejal en 1999 de la mano de Antonio Moreno. Fue su responsable económico hasta que en 2004 Moreno abandonó la alcaldía y él asumió el puesto. No repitió la mayoría de su antecesor pero en 2007 pudo conseguir el sillón de alcaldía gracias a un pacto con el PP. Fue en ese mandato cuando saltó el escándalo. Fue él quien lo denunció personalmente en la comisaría y en el juzgado cuando la Cámara de Cuentas detectó el descuadre económico. Pero, por mucho que lo intentó frenar, el desfalco conllevó un desgaste personal y político.

De Bernardo prefirió quedarse en el Ayuntamiento, pero este martes se rindió. “Mi intención era irme y abandonar el acta de concejal una vez quedara demostrada mi total falta de responsabilidad en este desgraciado asunto”, explicó en un comunicado. Él mismo admite en este escrito que no ha sido posible. “Tengo la intención de recurrir la sentencia porque no se ajusta ni a la realidad de los acontecimientos ni a derecho. Sigo pensando que no soy responsable del menoscabo producido en este ayuntamiento y espero que la justicia, al final, me dé la razón”, añade el exalcalde.

El dirigente andalucista se marcha porque, según detalla, “ha llegado el momento de asumir las responsabilidades administrativas o políticas que me achaca el Tribunal de Cuentas, aunque tenga intención de recurrirlas”. Es por eso que presenta la dimisión, ya registrada en el Ayuntamiento y aceptada por el alcalde José Loaiza, del PP.

De Bernardo concluye su escrito pidiendo disculpas a la ciudadanía y a su partido por los posibles errores cometidos. Abandona la política municipal y regresará a su trabajo. Manuel María de Bernardo es profesor de Economía en la Universidad de Cádiz y también tiene un puesto en la Intervención de la Diputación.

La renuncia voluntaria de De Bernardo facilita que el pacto entre el PP y el PA se pueda mantener algo más de tiempo, aunque muchos creen que no tardará en romperse una vez se vayan aproximando las próximas elecciones municipales.