Policías autonómicos denuncian el uso privado de vehículos oficiales

El caso del jefe de la policía autonómica que fue sorprendido el pasado día 9 conduciendo ebrio un coche oficial camuflado con el que había realizado un desplazamiento particular no es un hecho aislado, según la Unión Federal de Policía (UFP). Los representantes de este sindicato en la unidad policial adscrita a la Xunta aseguran que ya vienen denunciando desde hace tiempo el uso privado de los vehículos oficiales que realizan algunos mandos del cuerpo.

 El inspector jefe del cuerpo de seguridad autonómico que fue parado por la Guardia Civil en las proximidades de Santiago triplicó la tasa máxima permitida de alcohol en aire. El incidente fue recogido en el libro de registro de la comisaría de la policía de la Xunta ya que la Guardia Civil llamó allí para corroborar la identidad del conductor y solicitar que acudiese alguien a retirar el vehículo. Pero posteriormente el libro fue manipulado con líquido borrador para ocultar los detalles del incidente.

La UFP considera “inverosímil y kafkiana” la alteración del registro de la comisaría, y recuerda que del incidente tiene que quedar igualmente constancia ya que todas las llamadas a comisaría son grabadas de forma automática. Pero el sindicato subraya que ya ha denunciado en varias ocasiones “el mal uso de vehículos oficiales camuflados por parte de algunos responsables” de la unidad policial de la Xunta.

La organización policial asegura además que los superiores del cuerpo aplican un doble rasero a estas conductas según se trate de policías de la escala básica o de mandos de la unidad. El pasado febrero, la UFP denunció que un responsable de sección fue sancionado por autorizar a unos compañeros el uso de un vehículo oficial para trasladarse desde Santiago a A Estrada con el fin de asistir al velatorio del padre de otro agente. Por las mismas fechas, según el sindicato, dos jefes de la policía autonómica en A Coruña usaron también un automóvil camuflado para asistir al funeral de la madre de un compañero. La UFP comunicó los hechos a sus superiores, pero no solo no hubo “contestación ni indagación alguna” sino que la denuncia fue “incluida en un expediente abierto” al responsable del sindicato “por falta de respeto a los superiores”, señala la organización en una nota.