Otro rechazo de la plantilla al preacuerdo agrava la crisis de Panrico
El lunes los sindicatos volverán a reunirse con la empresa
La crisis de Panrico, el fabricante de productos como Donut o Bollycao, se agravó este sábado después de que la plantilla rechazara por un estrecho margen el preacuerdo que la empresa alcanzó con UGT y del que se desmarcó CC OO, salvo un delegado de Valladolid. Fuentes cercanas a las negociaciones consideraron que la negativa vuelve a abocar a la empresa al concurso de acreedores, aunque la pequeña diferencia entre síes y noes, de una veintena de votos, podría llevar a la dirección a tratar de poner una propuesta sobre la mesa por última vez.
Según fuentes sindicales, las plantas de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), Murcia y Madrid se decantaron rechazaron el acuerdo, que en cambio fue aceptado en Zaragoza, Puente Genil (Córdoba) y Valladolid. La planta vallesana, que se considera especialmente maltratada al concentrarse buena parte de los despidos, dijo no al preacuerdo con 195 votos en esa dirección por dos afirmativos y una abstención.
El preacuerdo alcanzado el pasado miércoles con la empresa contempla el despido de 745 personas entre los años 2013 a 2016, de forma que este año saldrían 312 personas; el que viene, 277; en 2015, 79, y en 2016, 76. El nuevo preacuerdo propuesto recoge un incremento de dos días más en las indemnizaciones por despido, pasando de 23 a 25 días por año trabajado, con un tope de 14 mensualidades, que se abonarían en un plazo máximo de 18 meses, y una nueva reducción salarial de hasta el 18%.
El lunes los sindicatos volverán a reunirse con la empresa con el resultado definitivo. Aunque la balanza parece ya del todo decantada hacia el no, hay algunos pequeños colectivos que no trabajan en esos centros de trabajo y que podrían hacer variar el recuento final. Según explicó un representante sindical de CC OO, los trabajadores no están asustados por un eventual concurso de acreedores —la empresa ya está en preconcurso para renegociar su deuda— ante las malas perspectivas de lo que tienen encima de la mesa.
Además de ese conflicto, Panrico tiene otro planteado con sus distribuidores. Se trata de autónomos dependientes que siguen sin cobrar y que como forma de protesta han decidido dejar de repartir sus productos.
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