Los agricultores de Tarragona, en pie de guerra
Cansados de los robos, los payeses planean recuperar las patrullas antirrobo y advierten que irán con escopeta en mano
Los payeses del Camp de Tarragona están sufriendo oleadas de robos y se plantean volver a convocar patrullas nocturnas, como ya hicieron en verano de 2010, para tratar de disuadir a las bandas que saquean sus instalaciones. Principalmente, los hurtos se localizan en poblaciones de interior cercanas a Tarragona, Reus (Baix Camp) y Valls (At Camp). En la última semana, por ejemplo, el sindicato Unió de Pagesos (UP) explica que en la Selva del Camp (Baix Camp) se han producido 15 robos. En el último mes, en El Morell (Tarragonès) se han registrado 25. “Arrancan las instalaciones eléctricas de los pozos, lo revientan todo, la reparación de cuadros eléctricos e instalaciones de riego puede costar entre 2.000 y 3.000 euros”, explica Josep Maria Juncosa, miembro de la permanente comarcal de UP en el Baix Camp. Muchos agricultores sufren 2 y 3 robos por temporada, con lo que la factura de las reparaciones se dispara.
Unió de Pagesos argumenta que los payeses están desesperados, ya que muchas bandas de la ladrones son reincidentes. “Tenemos un buen sistema con los Mossos d’Esquadra, cuando tenemos una incidencia o vemos un coche sospechoso, los llamamos y vienen, el problema es que detienen a los ladrones 3 y 4 veces, después los dejan en libertad y vuelven a la carga, pedimos más contundencia judicial”, asegura Juncosa. Por esta razón, Unió de Pagesos exige un endurecimiento del Código Penal, que van a plantear a los diputados de la provincia del Partido Popular. “Acaba la campaña de la avellana, comienza la de la oliva y vuelven a romper la instalación, los payeses de más edad tienen hasta miedo de ir solos a sus campos porque normalmente los ladrones van en grupos”, argumenta Juncosa.
La mayoría de los robos se producen de noche, por lo que el sindicato convocará asambleas para plantear patrullas disuasorias nocturnas. En verano de 2010 los payeses de la zona ya convocaron patrullajes nocturnos para vigilar movimientos sospechosos y ahuyentar a posibles ladrones. Pero en esta ocasión UP alerta que la desesperación puede acarrear que los payeses lleven escopetas en los vehículos. “Se ha acabado lo de ir con el lirio en la mano, si tenemos que poner la escopeta en el coche la meteremos, y que pase lo que Dios quiera. Sabe mal, pero al final deberemos hacer la ley del talión; ojo por ojo y diente por diente, llevamos tres años y no se puede aguantar más”, explica Rafael Español, coordinador comarcal del Tarragonès de UP. “Las armas las lleva la policía, no es cuestión de hacer patrullajes de indios y vaqueros, pero las cosas se están radicalizando, la gente dice que la final tendremos que poner la escopeta en el coche”, concluye Juncosa.
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