Santa Perpètua planta cara

Los trabajadores de la fábrica de Panrico de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) decidieron ayer seguir presentando batalla ante la empresa, al rechazar el plan de viabilidad elaborado a partir de una propuesta de la Inspección de Trabajo, que había mediado en el conflicto. La decisión del centro de trabajo vallesano era especialmente trascendente porque podía decantar el resultado de toda la plantilla, que había ido votando a lo largo del sábado y el domingo. Finalmente ese vuelco se produjo. Según la empresa, el conjunto de las fábricas que habían ido votando a lo largo del sábado y el domingo habían aceptado el preacuerdo por un estrecho margen de 81 de votos. Ayer los trabajadores de Santa Perpètua, según fuentes sindicales, rechazaron el plan con 217 votos contra el plan y solo dos a favor.

La propuesta a la que se opusieron ayer los trabajadores de Santa Perpètua consistía en 745 despidos con una indemnización de 23 días por año trabajado con un máximo de 14 meses. Además, el plan preveía una rebaja salarial del 18% para lo que queda de año y del 15% para el año que viene. Inicialmente, el recorte de plantilla debía afectar a 1.900 trabajadores. El sindicato UGT aceptó ese plan, pero CC OO acordó someterlo a votación entre la plantilla. “La empresa tendrá ahora que retirar la propuesta, o bien modificar lo que ha presentado”, razonó ayer el secretario general de Agroalimentaria en Cataluña de CC OO, Miguel Ángel Domínguez, quien dejó caer que “tal vez alguien esperaba que la plantilla se decantara hacia el sí”.

CC OO espera que la dirección retire los despidos y lleve otra propuesta

Ayer por la tarde la dirección de la empresa, en preconcurso de acreedores, y los sindicatos tenían prevista una nueva reunión para valorar los resultados. La empresa declinó hacer comentarios al respecto ni tampoco sobre el resultado de Santa Perpètua. Fuentes cercanas a la comisión negociadora dudaban de que la dirección manejara los mismos resultados que CC OO, lo que podría volver a enconar el conflicto entre las partes. Fuentes sindicales no descartaron, en concreto, que la empresa decidiera no reconocer los resultados de Santa Perpètua porque la votación se cerró más tarde que en el resto de centros: todos, salvo Sevilla, celebraron las asambleas y la consulta el sábado. No obstante, las mismas fuentes consideraron que cada comité podía convocar a la plantilla cuando considerara oportuno, siempre que la consulta se cerrara antes de la reunión con la empresa.

La planta catalana ha sido siempre la más combativa en el conflicto laboral, en el que además hay serias discrepancias entre los sindicatos UGT y CC OO. En 2012 ya se produjo una amenaza de cierre de la planta de Santa Perpètua. Entonces UGT aceptó una consulta sobre una propuesta que surgió de la mediación de la Generalitat y que preveía salidas y una rebaja salarial a cambio de mantener la planta abierta al menos cuatro años. CC OO se plantó, se cerró a la celebración de la consulta y se declaró en huelga indefinida.

En esta ocasión, parte de ese malestar proviene de que la planta se siente maltratada por la dirección —la factoría perdería casi la mitad de los trabajadores después del ERE— y teme incluso que esta pretenda llevarse parte de la producción a otra factoría para irla vaciando hasta cerrarla. De los 745 despidos previstos por el fabricante de Donuts y Bollycao, la mitad (368) corresponden al área de producción. A distribución le tocarían 250 despidos, y a oficinas, 127. De producción, 154 (el 42%) se producirán en la fábrica catalana. Son el 43% de la actual plantilla, de 351 personas contando también las oficinas. Además, Panrico planea despedir a 39 personas de las áreas de logística y almacén en 2015. En total, 193 personas.