El PSC convoca una cumbre para acallar al sector crítico
Navarro intenta que la consulta no fracture a los socialistas catalanes En el encuentro se definirá la posición de la formación sobre el referéndum de autodeterminación
La decisión del PSC de no sumarse a la petición a Mariano Rajoy para que transfiera a la Generalitat la competencia de celebrar un referéndum sobre el futuro político de Cataluña ha tensado aún más las ya frágiles costuras del socialismo catalán. El sector catalanista considera que esa decisión es un error y ha aprovechado para arremeter de nuevo contra la dirección.
El primer secretario, Pere Navarro, ha respondido con la convocatoria para el próximo domingo de una reunión extraordinaria del consejo nacional del PSC, máximo órgano entre congresos. El consejo lo integran 432 personas, la mayoría afines a la dirección, por lo que del encuentro saldrá una resolución de apoyo a la tesis oficial. “Lo que se decida, se tendrá que acatar. Veremos entonces quién es coherente y quién no. Y no es ninguna amenaza”, advirtió ayer Antonio Balmón, secretario de Acción Política del PSC.
La dirección socialista pretende neutralizar de esta manera a los diputados del sector catalanista. Estos, por su parte, no descartan romper de nuevo la disciplina de voto el próximo 4 de diciembre en el Parlamento catalán, cuando se vote la resolución que acuerda llevar al Congreso de los Diputados la aplicación del artículo 150.2 de la Constitución para que la Generalitat pueda convocar el referéndum. CiU, Esquerra, ICV y la CUP pactarán un texto que después defenderán en Madrid los diputados nacionalistas, independentistas y los de la Izquierda Plural a través de una proposición no de ley.
“Lo que se decida, se tendrá que acatar”, advierte el 'número dos’ del PSC
Como muy pronto eso se votará en el período de sesiones que se inicia en febrero. La postura del PSC de desmarcarse del acuerdo le evitará volver a romper la discplina de voto de sus compañeros de grupo del PSOE, como ya ha ocurrido en dos ocasiones durante este año en votaciones referidas al “derecho a decidir”.
La cúpula del PSC entiende que la estrategia de llevar al Congreso la consulta supone “un choque de legitimidades” que repite los errores del Plan Ibarretxe. “Nos negamos a avalar ese camino directo al fracaso”, explicó Antonio Balmón. Los críticos coinciden en que esa vía no prosperará, pero entienden que el PSC no se puede descolgar del bloque soberanista porque eso lo asimila en la práctica con el PP y Ciutadans.
“Hay que estar dentro para denunciar lo que no se hace bien y si el PSC defiende una consulta legal y pactada, ha de ser coherente y apoyar la resolución que votará el Parlamento catalán”, explica Joan Ignasi Elena, diputado autonómico del sector catalanista. Si los críticos del PSC se desmarcan del acuerdo del consejo nacional, la dirección entiende que estarían justificadas medidas disciplinarias, más allá de una sanción. “Cuando un cargo público o dirigente acude al órgano de un partido y se toma un acuerdo, el que sea, se presupone que lo que acatará”, remacha Balmón.
Los catalanistas creen que se debe apoyar la petición a Rajoy de la consulta
Los críticos reprochan a la dirección que haya convocado la reunión del domingo deprisa y corriendo y que no se hablase del tema en la ejecutiva del pasado lunes, mientras que la dirección recuerda que el Parlament adoptó ese acuerdo horas después de reunirse la ejecutiva y sin que estuviera previsto. “No apoyaremos nada que suponga un brindis al sol”, insiste Balmón.
La resolución que debatirá y aprobará el consejo nacional del PSC va en la línea del argumentario que se ha repartido entre la militancia, en el sentido de considerar que la vía escogida por el Parlamento catalán supone “enterrar la posibilidad de diálogo” que defienden los socialistas para hacer posible una consulta legal y pactada.
Ese argumentario califica de “cinismo descarnado” que se apele al PSC a que se sume al consenso y entiende que llevar la consulta ciudadana al Congreso es solo “una argucia parlamentaria para precipitar una votación” que “solo pretende buscar y señalar culpables del bloqueo” de la situación actual.
El propio Artur Mas, presidente de la Generalitat, arremetió hace unos días contra el PSC desde Israel asegurando que “no entendía” que los socialistas “se bajasen del barco” de reclamar la consulta. Los críticos insisten en que sus bases se alejan cada vez más de la postura oficial del partido, especialmente fuera del área metropolitana de Barcelona, y que no se pueden corresponsabilizar más de algunas decisiones que se toman.
En esa fuga incesante de bajas, ayer trascendió que el alcalde de Flix (Tarragona) y miembro de la ejecutiva, Marc Mur, será el secretario general de la Asociación de Municipios por la Independencia.
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