El alcalde de Málaga acepta el tranvía y la Junta condona su deuda por la obra

Una reunión de más de cinco horas desbloqueó anoche el metro de Málaga. El alcalde, Francisco de la Torre, acepta que un tranvía una el centro con el Hospital Civil en la prolongación hacia el norte de la línea 2, opción a la que se había negado en las últimas semanas. A cambio, la Consejería de Fomento exime al Ayuntamiento de abonar los 32 millones de euros que le reclama por las obras ya ejecutadas, asunto que está en los tribunales desde el verano porque el gobierno local no aceptaba esta cantidad. El nuevo pacto contempla que la aportación municipal a los trabajos se compense con obras de movilidad ya realizadas y el Consistorio retirará el recurso contencioso-administrativo.

Los nuevos términos están recogidos en un protocolo de intenciones firmado por De la Torre y el director general de Movilidad, José Luis Ordóñez. Lo principal para ambas partes es que el documento allana el camino para que la obra, en la que se han invertido algo más de 600 millones de euros, no se quede sin crédito ni paralizada. El acuerdo global y definitivo sobre el trazado del suburbano de Málaga garantiza la viabilidad económica del proyecto y permite que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) libere un crédito pendiente de cerca de 46 millones y la sociedad concesionaria pueda poner en marcha los primeros tramos de las líneas 1 y 2.

Hay un fleco pendiente que Junta y Ayuntamiento no cerraron ayer y que en teoría deben abordar antes de que el metro se ponga en marcha. Se trata de la contribución municipal a los futuros gastos de explotación (costes de mantenimiento y subvención del billete), que actualmente está fijada en el 25%. La Junta se hace cargo del 75% restante. El gobierno local pretende rebajar su aportación.

Las nuevas condiciones se incluirán en una adenda al convenio sobre el suburbano (data de 2003) y cimentan el acuerdo escenificado el pasado 27 de septiembre entre el alcalde y la presidenta andaluza, Susana Díaz, tras meses de polémica por la forma en que el metro iba a cruzar el centro de la ciudad. La línea 1 llegará soterrada hasta mitad de la Alameda, con una estación a dos minutos andando de calle Larios, y la vía 2 continuará en superficie desde el Guadalmedina hasta el Hospital Civil. A este último trazado es al que se había mostrado reacio De la Torre, que en los últimos días ha sorprendido con propuestas tan sorprendentes como que un autobús, y no un tranvía, recorriera la línea norte.

En el documento que complementará el acuerdo adoptado en 2003 se incluirán las últimas modificaciones sobre el trazado, el mecanismo de compensación por las obras ya realizadas y las obligaciones que cada Administración asumirá cuando el metro entre en servicio. Todo esto tiene que estar formalizado antes de que los trenes se pongan en marcha.