Edesa: Faltan explicaciones
Los trabajadores asisten perplejos al tramo final del cierre
Edesa es mucho más que un daño colateral del naufragio de Fagor Electrodomésticos. Esta filial vizcaína del grupo cooperativo, también amenazado de muerte por su anunciada inviabilidad, se ha convertido en un inesperado juguete político sin proponerselo mientras le golpeaba la desolación del futuro amenazador que significa el paro. Y así continúa.
Mientras espera enrabietado su previsible defunción y planta cara a la propia Corporación Mondragón en su propio feudo para que revierta la propensión al concurso de acreedores, la plantilla no se olvida de que aún le deben más de una explicación por el patético devenir de su mala suerte laboral. En apenas doce horas, dos centenares de trabajadores y con ellos un amplio porcentaje de la vida social y económica de una zona tan castigada por la crisis como Basauri han fundido la esperanza en la angustia. Y, claro, se sienten engañados.
Es muy difícil aislar de la interpretación política la abrupta decisión económica del diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao (PNV) de conceder un aval de tres millones a Edesa, y que desde el punto de vista de la ortodoxia económica ha sido tan criticado. Pero Bilbao, golpeado más de una vez en el desesperado intento de ayudar a empresas de su territorio en apuros, dice que lo hizo en base a la información suministrada por los propios representantes de Mondragon -corporación y Fagor- en la sede del Gobierno vasco. A fecha de hoy nadie ha desmentido esta afirmación del diputado general, que se siente muy dolido. No es descartable que en tan decaído ánimo influya el desgaste público que le puede suponer este revés, considerado demasiado previsible en el ámbito empresarial.
Sin embargo, ¿cómo se explica entonces que poco despues la cooperativa decidiera mantener a Edesa en el preconcurso de acreedores por su cruel inviabilidad? ¿Qué se dijo realmente durante la intrascendente reunión mantenida en Vitoria? ¿A quién asiste la verdad? Demasiadas preguntas de envergadura sin resolver en pararelo a un cierre decidido mucho antes de la reunión.
Si Bilbao decidió acometer un paso adelante de semejante riesgo porque entendió que Mondragón dejaba una puerta entreabierta a la complicada viabilidad, ¿acaso la cooperativa reculó después? o ¿es posible que diputado general actuara unilateralmente sin contrastar el terreno que pisaba?
Que unos y otro den la explicación más creíble de que dispongan. Por responsabilidad, están obligados a hacerlo.
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