Panrico concentra los despidos en la fábrica de Santa Perpètua
Los trabajadores aprueban seguir adelante con la huelga por quinta semana La empresa quiere echar al 43% de los actuales 351 trabajadores de la planta
El plan de reestructuración de Panrico se ceba con la planta de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental), la única del grupo que convocó una huelga indefinida y que esta semana ha cumplido su cuarta semana, en protesta contra el plan de reducción de 50 millones de gastos. De los 745 despidos previstos por el fabricante de Donuts y Bollycao, la mitad corresponden al área de producción: 368. A distribución le corresponderían 250 y a oficinas 127. De producción, 154 (el 42%) se producirán en la fábrica catalana. Son el 43% de la actual plantilla, de 351 personas contando también las oficinas. Además, Panrico planea despedir a 39 personas de las áreas de logística y almacén en 2015. En total 193 personas, siempre según los sindicatos, porque la empresa mantiene mutismo absoluto sobre las negociaciones.
“Está claro que quieren vengarse de Santa Perpètua por su oposición al plan de recortes, cerrar la fábrica y llevarse a la producción a otras plantas como la de Paracuellos del Jarama (Madrid, donde han rebajado los despidos de 132 a 20) o Zaragoza (donde los despidos en producción son cero)”, explicó ayer el presidente del comité de empresa de la fábrica vallesana, Ginés Salmerón. Tanto el presidente del comité como los expertos y el ayuntamiento y la Generaltiat argumentan que la planta catalana no será viable en el momento en el que despidan a más de la mitad del área de producción.
El argumento de la empresa pasa por los costes laborales, que asegura que en Santa Perpètua son los mayores del grupo. Salmerón responde que, en números gruesos, la media en su fábrica es de 28.000 euros anuales por empleado, en Paracuellos es de 27.000 y en Zaragoza de 21.000. “Pero si producen en Zaragoza los Donettes cuyo principal mercado es Cataluña, también tendrán más costes de distribución”, alerta.
Los huelguistas, que son básicamente el personal de producción (los de administración y ventas trabajan desde casa, según el comité de empresa), celebraron ayer una asamblea en la que decidieron seguir adelante con la huelga y en la fueron informados por los sindicatos de la marcha de las negociaciones con la dirección en Madrid, que se prolongaron del martes a la madrugada del viernes. “Los ánimos están fuertes”, asegura el presidente del comité de empresa. Panrico, por su parte, les ha demandado y les pide cuatro millones de euros por los daños de una huelga que considera ilegal.
Pese a la duración, apenas ha habido avances, aseguran las dos partes. La dirección, encabezada por el consejero delegado, Carlos Gila, ha reducido la cifra de despidos totales de 875 a 745, pero la rebaja salarial se mantiene en un 23%. Además, ha explicado a la plantilla el plan de reducción de gastos de 50 millones de euros a través de los responsables de las áreas comercial, producción y financiera.
Argumentos como por ejemplo que fabricará cada planta tras el recorte, qué estrategia comercial se seguirá para incrementar las ventas de productos estrella como Donuts o Bollycao. “Nuestros abogados aseguran que con un tercio del recorte que pretende la empresa también se podría seguir adelante”, explica Salmerón. “Con 20 millones en total, de los que de los 12 en personal que dice la empresa, serían suficientes dos”, añade.
Las partes tienen previsto seguir negociando a partir de mañana lunes. Sobre la mesa seguirán sobrevolando tanto el cierre de Santa Perpètua como la presentación del concurso de acreedores sin agotar el plazo desde que el 1 de octubre Gila declaró la firma en preconcurso para blindarse de sus proveedores.
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