Barberá se aferra a su plan

Las posiciones de la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia en torno al plan de El Cabanyal no se encuentran en el mismo punto. Si el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, defendía este lunes el camino de “diálogo y consenso” conseguido en torno al plan del citado barrio, la alcaldesa Rita Barberá puso especial énfasis en que la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez, origen del conflicto jurídico con los vecinos, sigue plenamente vigente.

“Con la misma sensibilidad, y anteponiendo los intereses de los ciudadanos, vamos a seguir colaborando con el Gobierno en un tema tan delicado como El Cabanyal”, mencionó Alberto Fabra poco antes de clausurar la Interparlamentaria del PP.

José Ciscar, vicepresidente del Consell, y Soraya Sáenz de Santamaría, número dos del Gobierno español, anunciaron el jueves que la Generalitat derogaría en tres meses la ley de 2010 con la que intentaron desactivar la orden ministerial que protege el barrio de nuevos derribos. A cambio, el Ejecutivo desistía del recurso de inconstitucionalidad contra la ley autonómica y el plan urbanístico de El Cabanyal se adaptaría a la orden promulgada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Pese al consenso, Barberá no parece dispuesta a olvidar con facilidad un plan que derriba 400 edificios del barrio marinero para que la avenida de Blasco Ibáñez llegue hasta el mar. La regidora aseguró que los servicios jurídicos del Ayuntamiento ven “absolutamente” viable adaptar la orden ministerial de protección del barrio al planeamiento de este barrio.

La alcaldesa ha explicado que aquellos a los que les "interesaba decir" que la decisión del Gobierno era "un varapalo" para ella y que había "manipulado como triunfo una derrota", "al día siguiente, muertos de miedo, poco menos que" le "amenazan con ir a los tribunales".

“Yo voy a seguir trabajando pasito a pasito, con tranquilidad, evidentemente con la mayoría de los vecinos que viven allí, los que quieren el proyecto”, agregó la regidora, que puntualizó que no forma parte de la comisión bilateral de Gobierno y Generalitat.

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, incidió en la polémica política. Según Puig, Barberá y el Gobierno de la Generalitat utilizaron el Cabanyal para dividir a los vecinos. “Lo que se vendió como un éxito, en realidad es una derrota de sus posiciones”, reiteró el líder de los socialistas valencianos. “Ahora estamos donde estábamos, pero con mucho tiempo perdido”, concluyó el dirigente del PSPV-PSOE.