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Brillante clausura en Santiago de las Xornadas de Música Contemporánea

Switalska hizo una versión de Up-Close, estreno en España, la obra destaca por su combinación de emoción musical y visual

El Auditorio de Galicia ha acogido el concierto de clausura de las Xornadas de Música Contemporánea, organizadas por el Centro Nacional de Difusión de la Música, con una actuación de la Real Filharmonía de Galicia dirigida por su titular, Paul Daniel. Con la intervención como solista de Barbara Switalska, chelista de la orquesta compostelana, se ha llevado a cabo el estreno en España de Up-Close, para violonchelo, orquesta de cuerdas, filme, y electroacústica, del compositor holandés Michel van der Aa. En esta obra se manifiesta la doble formación de su autor como ingeniero de sonido y compositor y, como en la mayor parte de su obra anterior para teatro musical u ópera, se trata de una combinación de banda sonora y música en directo. Pero, según declaraba el autor esta misma semana a The New York Times, al ser también inspirada por “ideas que no podía expresar [solo] con música, necesitaba nuevas capas adicionales para contar las cosas que quería decir".

Up-Close está llena de variadas e intensas emociones, tanto musicales como dramáticas. Es quizás la primera obra de un nuevo género interdisciplinar y levanta un entusiasmo raramente observado en la mayoría de los estrenos de música seria, como se pudo apreciar en su estreno de Santiago. Es una composición de y para el siglo XXI.; una obra de futuro para un público, ya presente, de futuro. Switalska hizo una excelente versión. Desde el punto de vista musical, una técnica impecable para interpretar una partitura erizada de todo tipo de dificultades artísticas y de mecanismo, con gran resistencia física y emocional. Pero, sobre todo, con una musicalidad capaz de expresar toda la inquietud y emociones de Up-Close y atravesar, como a través de una suerte de hiperespacio escénico, una barrera invisible pero presente e entre los dos focos de atención generados por Van der Aa: la parte de escenario donde se sitúan solista, director, orquesta y mesa de mezclas, y la pantalla de proyección.

La partitura de Up-Close exige también de la solista una actuación escénica en la que ha de levantarse a veces en su podio y por todo el escenario, arrastrando velozmente en este una lámpara y una silla, además de transportar su propio instrumento para el sorpresivo final. Switalska tuvo una actuación dramática más que digna y, con el tono idóneo de inquietud y dramatismo en gestualidad facial y corporal, dio adecuada réplica a la actriz Vakil Eelman. Esta, soberbia intérprete en el otro plano de la realidad, desarrollado especularmente en una pantalla que, por su tamaño, permite al oyente-espectador percibirla en una dimensión física y emocionalmente cercana; humana, en definitiva. La larga y calurosa ovación final, cuajada de bravos, hizo justicia a la gran noche de Switalska.

Paul Daniel hizo una gran labor en la dirección del grupo de cuerdas de la RFG y, fruto de muchas semanas de intenso trabajo, en la coordinación con electroacústica y proyección. El concierto comenzó con una versión de A time there was, de Britten en la que el titular de la RFG hizo asomar ese “lado oscuro” que él percibe tras cada nota de la partitura. Luego se continuó con una gran interpretación de Tropos, obra temprana del gallego Fernando Buide en la que muestra ya una excelente técnica compositiva y los primeros pasos de una personalidad artística, ya reseñada en estas jornadas, que está desarrollando en una carrera compositiva de gran proyección.

Como final de la primera parte, la RFG interpretó una notable versión de la Fantasía concertante sobre un tema de Corelli, de Michael Tippett, que permitió comprobar la calidad de los músicos que se sientan en sus atriles. Adriana Winkler y Gregori Nebodora, violines, y Plamen Velev, chelo, hicieron una gran labor como solistas. Las cuerdas de la Filharmonía, al mando de Daniel, mostraron gran precisión y la brillantez y buen empaste de su sonido.

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