Barberá niega la réplica a la oposición en un tenso debate sobre la Marina

La tensión volvió este viernes al pleno municipal de Valencia a raíz de una intervención de la alcaldesa, Rita Barberá, justo cuando la oposición había agotado sus turnos de intervención y no podía defenderse. La salida a exposición pública del plan especial de la Marina Real se aprobó con los votos favorables del PP, pero la oposición se pronunció en contra porque el documento que ordena los usos de la dársena no se consensuó con los vecinos del frente litoral, solo con el puerto de Valencia.

Acabada la votación del punto, Barberá aprovechó su potestad de presidenta para colar un juicio de valor y atacar el sentido del voto del PSPV, Compromís y EU. Barberá les acusó de votar así porque siempre están “por el no”. Si estuvieran de verdad a favor de la participación ciudadana, no se opondrían a que el plan saliese a exposición pública, les increpó.

Enfadados por el momento en que Barberá eligió para dirigirse a ellos, los portavoces del PSPV Joan Calabuig y de Compromís, Joan Ribó, reclamaron su derecho a la réplica pero la regidora se lo negó y les pidió que se sentaran. Ribó aprovechó el siguiente punto del orden del día para recriminarle por incumplir el reglamento municipal. Después de dos advertencias, Barberá le retiró la palabra en medio de las protestas de la oposición. “No hay peticiones de palabra, no hay peticiones de palabra, no hay...”, dijo elevando el tono e imponiéndose a las protestas airadas de los concejales. “Debe respetar el reglamento del pleno”, le espetó Ribó en medio de la trifulca. “Usted puede establecer cuestiones de orden, pero si quiere debatir del fondo, baje aquí como nosotros”, le afeó. “No me va a temblar el pulso”, replicó la munícipe negándose a darles la palabra.

Sanchis (EU) anuncia una queja a la junta de portavoces

Los portavoces abandonaron el hemiciclo para evidenciar su malestar y explicar en pasillos su postura. “Es un abuso grave por parte de la alcaldesa de su posición”, denunció el socialista Joan Calabuig, que calificó la actitud de la alcaldesa de “intolerable e indignante”. “No son lógicas en una institución democrática”, agregó el portavoz del PSPV.

Ribó recriminó a la alcaldesa que “use su papel de presidenta del pleno para hacer intervenciones” y juicios de valor y recordó que el reglamento no lo permite. Amadeu Sanchis, de EU, denunció el “uso y abuso” de Barberá “para intervenir cuando quiere” y anunció que presentará una queja a la junta de portavoces para determinar si “se ha saltado el reglamento”.

Antes, los tres grupos habían pedido la devolución del plan por la “contratación a dedo” del arquitecto redactor, José María Lozano, por elaborarse de espaldas a los barrios de la fachada marítima y porque el plan abusa del uso terciario mientras apenas se prevén dotaciones públicas. La oposición anunció alegaciones.

Novo defiende que la regidora tiene derecho a intervenir siempre

Alfonso Novo, concejal delegado de Urbanismo y teniente de alcalde, se vio en la obligación de defender en los pasillos el uso que hace Barberá de su potestad de intervenir en los plenos en cualquier momento y administrar los turnos de palabra.

Novo afirmó que “la realidad es que se va a desarrollar la Marina, que habrá participación —ha anunciado mesas redondas y encuestas— y que la contratación ha sido absolutamente legal”.

El socialista Vicent Sarrià resaltó que el resultado del plan es “pobre y perjudicial” si se piensa que es uno de los espacios más importantes para la ciudad. Ribó añadió que la elección del arquitecto es un “contrato mal maquillado de legalidad” y Sanchis, de EU, mostró su discrepancia por considerar que está redactado de forma “unilateral” con “nula participación” de la oposición y la ciudadanía y por un único arquitecto, “uno de los pocos a favor de la prolongación de Blasco Ibáñez”, en vez de un equipo multidisciplinar.