Gipuzkoa pretende gravar a las empresas en función de sus ganancias

El Impuesto sobre el Beneficio de las Sociedades, que el Gobierno foral de Bildu promueve en Gipuzkoa para sustituir al actual Impuesto de Sociedades, simplifica todo el sistema de incentivos, fija el tipo en función de las ganancias y no del tamaño de las empresas, y aumenta también la recaudación.

La diputada de Hacienda, Helena Franco, y la directora de su departamento, Itziar Miner, ha presentado hoy en una rueda de prensa en San Sebastián este proyecto que, una vez que sea aprobado en el Consejo de Gobierno foral, seguirá su tramitación en las Juntas Generales, donde Bildu deberá recabar el apoyo de algún otro grupo para poder sacarlo adelante.

Franco ha querido dejar claro que el pacto fiscal alcanzado entre PNV y PSE, al que se sumó después el PP, "no hará retroceder" al Ejecutivo de Martin Garitano, que apuesta por implantar en Gipuzkoa un impuesto totalmente "nuevo" y no una simple modificación del actualmente vigente.

De hecho, Franco ha explicado que cambia hasta el nombre, ya que pasaría a denominarse Impuesto sobre el Beneficio de las Sociedades para dejar claro, ha dicho, que el objetivo no es penalizar la actividad económica, sino precisamente "todo lo contrario".

Entre las novedades principales, figura una modificación en la aplicación de los tipos impositivos, ya que la diferenciación ahora vigente según el tamaño de la empresa pasaría a hacerse conforme a los beneficios de la compañía. De esta forma, según la propuesta, las sociedades con beneficios de hasta 200.000 euros tributarían al 24%, mientras que aquellas con ganancias superiores lo harían al 28%, ha señalado Miner. La directora foral ha explicado que normalmente las empresas pequeñas no superan los 200.000 euros de beneficios por lo que mantendrían, en general, el tipo impositivo anterior.

El otro cambio sustancial afecta al sistema de incentivos fiscales ya que, según Franco, el actual "no es funcional" porque tiene "un gran coste y es difícil de gestionar" con lo que desaparece prácticamente en su integridad.

Hacienda apuesta por implantar una deducción novedosa para las empresas, que sería la creación de una reserva especial para el empleo y la inversión. En todo caso, las sociedades deberían recoger en sus balances que destinan como máximo el 20% a este apartado y tener en cuenta que la mitad de esa dotación disminuirá de su base a la hora de calcular su tributación. No obstante, las empresas estarían obligadas a dedicar estos fondos en el plazo de dos años a determinados objetivos relacionados con la creación de empleo fijo, la investigación y el desarrollo, el medio ambiente, el euskera y la igualdad de género.

El nuevo proyecto plantea deducciones por investigación, desarrollo y medio ambiente, aunque tendrán un límite para garantizar siempre un tipo impositivo mínimo que, en el caso de las grandes empresas, podría situarse como referencia en el 18%. Mejorar la recaudación, la progresividad y aumentar la recaudación son algunos de los objetivos del nuevo proyecto.

La Diputación ha declinado concretar cuántos millones adicionales ingresarían al año las arcas forales si llega a buen puerto su propuesta.