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Un antiguo almacén para la cultura alternativa y pensamiento crítico

Un viejo edificio de la estación de tren de A Coruña acoge un nuevo espacio cultural underground

Fabiana Correa 'Mirevexa'

A Casa Tomada es un lugar ocupado por cosas como un concierto de math rock instrumental, un taller de arte urbano y la proyección de un documental sobre el carnaval uruguayo. No es un gran museo, ni un teatro al uso, ni una sala de conciertos; es todo eso a la vez y algo más. Tampoco acoge a artistas consagrados, al menos no a nivel masivo, sino que apuesta por lo que transcurre al margen de los canales comerciales. Se trata de un nuevo espacio para la cultura alternativa y el ocio creativo, autogestionado y sin ánimo de lucro radicado en A Coruña.

“Queremos salir de la hostelería y de la financiación pública, que tan atrapadas tienen a las artes últimamente”, resume Oscar Górriz, uno de los promotores. El proyecto, en el que trabajan desde marzo una decena de personas vinculadas al mundo de la creación, se asienta en un viejo almacén de la estación de tren de San Cristóbal. Para poder rehabilitarlo y abonar al Adif el alquiler buscaron financiación a través de crowfounding; consiguieron cerca de 4.800 euros, cuando solicitaban 3.000. Según Oscar Górriz, este grupo de creadores toma el papel de “esos seres extraños” que asoman en el cuento de Julio Cortázar que da nombre a la iniciativa. En ese relato, (aviso, spoiler) una pareja de hermanos burgueses y rentistas se ve impelida a salir de su infrautilizada casa ante la supuesta presencia de unos enigmáticos entes que toman el edificio. Ángela Blanco, otra de las involucradas, le da una vuelta a la idea y propone que la ciudadanía asuma ahora ese rol y sea la que tome el espacio que ellos recuperaron del desuso. De hecho, la imbricación con el populoso barrio que rodea la estación es una de las claves de su discurso. El objetivo es que la gente participe activamente, que no sea mera receptora pasiva de las propuestas que allí se exhiben, incluso que explore sus propias capacidades artísticas. Así, para entrar hace falta hacerse socio -prometen agilidad y el mínimo papeleo-, aunque solo una parte de las actividades son de pago, como los conciertos o los ciclos de cine que exijan pagar por la licencia. Eso sí, el precio no excede en ningún caso los cinco euros.

Fabiana Correa 'Mirevexa'

En este sentido, Ángela Blanco incide en el componente ético y político de un espacio que pretende ser un núcleo “de resistencia activa, de generación de discursos artísticos y de pensamiento crítico”. Su compañero completa la reflexión definiendo el proyecto como “lúdico pero consciente”. En esa filosofía también tiene su papel la “generación de híbridos” entre las distintas disciplinas artísticas, aprovechando que en el equipo hay músicos, creadores audiovisuales, gente de la danza y del teatro, etc. En su calendario para las próximas fechas figura, por ejemplo, Unicornibot, que este sábado presentan su recentísimo 'Mambotrón!'. El próximo jueves 17 acoge la obra teatral 'Koum Yaba', en la que Kassem Istanbouli presenta en formato de comedia trágica la historia del pueblo palestino desde 1948. Tres días después se celebrará el foro social de A Casa Tomada, centrado en la propiedad en mano común y el lunes siguiente, día 21, un concierto de dos bandas rock suecas, Mother of God y Mushroom Caravan Overdrive.

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