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El alcalde acusado de amenazar a socialistas admite que no quería rivales

El regidor de Baltar admite en el juicio que prefería “que no hubiera otra lista”

En el centro, José Antonio Feijóo, alcalde de Baltar.
En el centro, José Antonio Feijóo, alcalde de Baltar.NACHO GÓMEZ

El alcalde del municipio ourensano de Baltar, el diputado provincial del PP José Antonio Feijóo, no quería competencia política en las municipales de 2011. Para evitarla, “habló” en la víspera de la presentación oficial de las candidaturas con cuatro integrantes de la lista del PSdeG que lo acusan de amenazas, coacciones y malversación de fondos públicos: aseguran que tras presionarlos verbalmente para que renunciaran a ir en esa lista, los persiguió por carreteras comarcales con coches y personal municipales. Ayer, en el juicio celebrado en el Penal número 1 de Ourense por orden de la Audiencia Provincial que tras la primera vista resolvió que el regidor tuvo una actuación “intimidatoria dirigida a doblegar la voluntad y libertad de varias personas”, José Antonio Feijóo negó las amenazas y las coacciones aunque reconoció que “quería que no hubiera otra lista”.

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El regidor, del núcleo duro del baltarismo, tildó de “coincidencia” su trayecto automovilístico con el de las candidatas del PSdeG por las aldeas de Baltar así como sus entrevistas con ellas y otros integrantes de la lista socialista a quienes reconoce que les dijo que “pagaría 1.500 euros” si no se presentaban o que “mataría” a su interlocutor si iba “en la lista del PSOE”. El Ministerio Fiscal considera probado que el regidor coaccionó a los candidatos y pide para él una multa de 10.800 euros. La acusación particular reclama un delito principal de amenazas (que implica cárcel) y subsidiario de coacciones, además de la malversación e inhabilitación para el ejercicio de cargos públicos. Feijóo reconoció en el juicio, que quedó visto para sentencia, que contactó antes de las elecciones municipales de 2011 con varios integrantes de la candidatura socialista en su municipio para interesarse sobre esa lista y que llamó en varias ocasiones a la farmacéutica del pueblo, ajena al PSOE, para preguntarle si era cierto que su auxiliar era candidata. El regidor precisó que él pretendía que la empleada de la farmacia se incluyera en la lista del PP que él encabezaba “para tener una candidatura fuerte”. Pese a ello sostuvo que la denuncia de los cuatro socialistas fue “orquestada por el PSOE ante su falta de expectativa” de conseguir buenos resultados. La boticaria mantuvo ante la juez que el alcalde le exigió que disuadiera a su empleada y que la despidiera en el caso de que no renunciara a ir con los socialistas.

Tanto la auxiliar de farmacia como los otros tres socialistas insistieron en denunciar las presiones del alcalde, que tildaron de amenazas. La representante del ministerio público consideró probadas las coacciones, otorgó credibilidad a los testimonios de la acusación y rechazó las declaraciones de la docena de testigos, casi en su totalidad empleados municipales o de la Diputación y familiares del acusado. Feijóo fue expedientado en marzo por la dirección del PP gallego tras conocer su imputación por la Audiencia ourensana. Pese a ello, el alcalde no ha faltado a un solo pleno de la Diputación provincial en donde sigue manteniendo su escaño en el grupo del PP con el que ha mantenido en todo momento la disciplina de voto.

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