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LOS PRESUPUESTOS DEL ESTADO EN LA COMUNIDAD VALENCIANA

Unas cuentas tan malas como las del año pasado

El PP asume sin discusión los presupuestos de Montoro Fabra se centra en mejorar la financiación autonómica La oposición reprocha al presidente su debilidad política

Las vías del AVE Madrid-Valencia y la autovía A-3 a su paso por el viaducto de Contreras.
Las vías del AVE Madrid-Valencia y la autovía A-3 a su paso por el viaducto de Contreras. CARLES FRANCESC

El tercer presupuesto elaborado por el Gobierno de Mariano Rajoy volverá a penalizar en 2014 a la Comunidad Valenciana. La inversión estatal territorializada se reducirá el año que viene hasta los 605 millones de euros en territorio valenciano, un 8,1% menos que se añadirá a las rebajas del 35% de 2013 y del 34% de 2012. Con estos presupuestos, las inversiones del Estado vuelven a niveles de hace 11 años, cuando los presupuestos dejaron en tierras valencianas 682 millones.

Y esta vez, a diferencia del año pasado, el Consell no hará de las cuentas del Estado un caballo de batalla. Si hace un año, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunció que impulsaría enmiendas en la tramitación de las cuentas en el Congreso de los Diputados por importe de 144 millones de euros y no consiguió aprobar ninguna, este año los populares han optado por la prudencia extrema.

“Se trata de unos presupuestos realistas y austeros, pero que cubren las cuestiones básicas de los valencianos”, afirma ahora el jefe del Consell, muy alejado del tono empleado por otros Gobiernos populares, también perjudicados. Así, el Ejecutivo balear de José Ramón Bauzà no ha dudado en calificar los presupuestos del Estado como un “desprecio” y un “maltrato” del Gobierno y el madrileño Ignacio González ha indicado que la inversión estatal creará una situación “insostenible” en la región.

Las grandes cifras de los PGE de 2014

Corredor mediterráneo. El Gobierno destinará 229 millones de euros al corredor de pasajeros y mercancías, unos 40 más que en 2013. Castellón absorbe más de la mitad del presupuesto (104 millones) para adaptar la vía al ancho europeo. Valencia recibirá 35 millones, de los que 7,5 servirán para conectar las estaciones de Vara de Quart y la de La Font de Sant Lluís. Cuatro millones serán para estudiar el soterramiento de las vías en Serrería. Ni los ministerios ni las empresas públicas dedican un euro a la reordenación ferroviaria del Parque Central. Alicante, con su AVE recién inaugurado, dispondrá de 83 millones para la línea de la costa.

Resto de ferrocarriles. El tren de la Costa y la renovación de la línea Xàtiva-Alcoi se recogen a nivel de estudio o proyectos informativos. El Fondo de Compensación Territorial dedica fondos a la Línea 2 de Metrovalencia, paralizada por falta de presupuesto.

Carreteras. El Gobierno afirma que gastará 125 millones a estas infraestructuras pero lo cierto es que retrocede la obra nueva. Continúan las obras del tercer carril entre Valencia y Buñol de la A-3, que deberían de acabarán en 2014, y las de la Variante de la Font de la Figuera, así como la ampliación a 3 carriles de la V-21 entre el Carraixet y Puçol. La mejora de la V-30 (circunvalación de Valencia) y de la V-31 se quedan en estudio. En Castellón, continúan las obras de la de la variante de Benicarló-Vinaròs de la N-340. El resto de variantes tendrán que esperar. En Alicante, seguirán las obras de la Ronda de Elx y la duplicación de la variante de Benidorm de la N-332. Se incluye la redacción de estudios y proyectos de futuras carreteras como la duplicación de la N-338, el acceso al aeropuerto de Alicante y la variante de Benissa de la N-332.

Puertos y aeropuertos. Partidas de finalización de ampliación de los aeropuertos de Valencia (5millones) y Alicante (7). En el puerto de Valencia, 9,1 millones para zonas de atraques y 6,2 para el plan director de obras.

Ni siquiera, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que durante años se mostró beligerante hacia la inversión del Gobierno socialista en la ciudad, ha levantado ahora la voz. Al contrario, en consonancia con la presidenta manchega y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, los populares valencianos han defendido las cuentas. Para Barberá los presupuestos que destina el Gobierno de Rajoy a la tercera ciudad del país son “los necesarios para salir de la crisis” y están alejados del “victimismo y la demagogia del tripartito [en referencia a la oposición del PSPV, Compromís y EUPV]”. Y ello, pese a que las partidas destinadas a la ciudad se reducen un 10,8%, casi tres puntos más que los fondos destinados a la Comunidad Valenciana.

¿Cómo es posible que, en plena crisis financiera, la reducción de la inversión del Estado provoque semejante reacción en el PP? Para el Consell, la infraestructura más importante se ha salvado, porque el tercer carril del corredor ferroviario mediterráneo tendrá el año que viene una inversión próxima a los 230 millones de euros —un tercio de todo lo que invertirá el Gobierno—. Una infraestructura clave, cuyo frenazo hubiese levantado ampollas, ya que tiene un amplísimo consenso social. “¿Qué podríamos conseguir con las enmiendas? ¿Que nos hagan una carretera más?”, asegura un miembro del Consell.

Los esfuerzos, explica esta fuente, están centrados en lograr, cuanto antes, un cambio en el sistema de financiación autonómica, aunque ello no ha impedido que algunos consejeros hablen con los ministerios para tantear las posibilidades de alguna pequeña mejora en las partidas. El Ministerio de Hacienda anunció que no revisará el sistema hasta 2015, aunque la Generalitat intenta que los nuevos parámetros se apliquen con carácter retroactivo a 1 de enero de 2014. El secretario de Estado de Administraciones Públicas habló este viernes de la posibilidad de adelantar la reforma a 2014.

Y es que las consecuencias del sistema de financiación son las que amenazan con colapsar las finanzas valencianas. En los presupuestos del Estado de 2014, la Generalitat recibirá alrededor de 8.000 millones de euros por su participación en la cesta de los principales impuestos, 305 millones de euros menos que este año, fundamentalmente por el descenso de la recaudación tributaria y por la liquidación de los anticipos entregados a cuenta en 2012. A ello hay que añadir que la Comunidad Valenciana es una de las cuatro autonomías que no recibirá nada del Fondo de Suficiencia Global el año que viene y que del Fondo de Compensación Interterritorial llegarán 19 millones de euros menos.

El descenso de las transferencias del Estado procedentes del sistema de financiación autonómica tendrá su traslado en los presupuestos de la Generalitat de 2014, que se presentarán a finales de este mes. Un auténtico sudoku donde el consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, tendrá que conjugar la caída de ingresos con una previsión de déficit del 1% del PIB —es decir, que el desfase entre ingresos y gastos no podrá superar los 1.000 millones de euros—. Un objetivo casi imposible para el Gobierno valenciano que este año tendrá serios problemas para cerrar las cuentas con un déficit del 1,6% —el de 2012 se cerró con el 3,5% y cada décima son 100 millones de euros— y que tiene que destinar el 10% del gasto a pagar los intereses de la deuda.

La inversión del Estado retrocede a a niveles de hace once años

De hecho, Moragues ya advirtió en la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera —donde Montoro aceptó aplicar un déficit asimétrico a cada autonomía en función de su situación— que sólo se comprometía a cumplir con el objetivo de déficit del 1% para 2014 si se equilibraba el sistema de financiación autonómica.

Por ahora, el Consell trata de estabilizar el pago de la deuda a través de las aportaciones del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) del Gobierno, que para 2014 ha presupuestado otros 23.000 millones para este fin, y no verse arrinconado en el debate político sobre el sistema de financiación. Para ello, Fabra busca ahora aglutinar el máximo consenso social en la reivindicación de una financiación más justa tras haber perdido crédito por retirar del debate en el Congreso la reforma del Estatut de 2006 —que exigía al Gobierno invertir el mismo porcentaje que representa la población valenciana en el conjunto de España— y por la decisión del Gobierno de destinar a la Comunidad algo más de un 6% del dinero en las cuentas de 2014, entre tres y cuatro puntos menos que lo que representa la autonomía en el contexto español.

La oposición habló nada más conocer el proyecto para 2014 de injusticia y maltrato a los valencianos. La disminución de los fondos del Gobierno está en la media del descenso global, pero contrasta con la de seis autonomías que sí verán aumentados los fondos el año que viene. Cada valenciano recibirá una inversión de 121 euros, 91 euros menos que la media española y cerca de tres veces inferior a la de otros territorios. El problema es que es el tercer recorte consecutivo de las inversiones del Estado: de 2011 a 2014, el gasto territorializado ha pasado de los 1.539 millones de euros a 605.

Los recortes de presupuesto se añaden otros agravios. Los valencianos arrastran una infrafinanciación de los servicios públicos transferidos por el Estado, que se ha agravado conforme crecía la población. A día de hoy, cada valenciano recibe 2.167,9 euros con el modelo en vigor, unos 204 euros menos que la media española. Solo están peor financiados los canarios y los murcianos.

Cada valenciano recibirá 121 euros, 91 euros menos que la media

El horizonte económico no es, además, halagüeño para nadie pero especialmente para el territorio valenciano. El PIB autonómico caerá en 2013, según las previsiones del BBVA, el 1,8%. Es el mayor descenso previsto del conjunto de comunidades autónomas. Y la tasa de paro es del 29%, tres puntos por encima de la media.

El PP ha cerrado filas en torno a las cuentas de Rajoy. Solo el secretario general del PP, Serafín Castellano, se ha permitido decir que no son los presupuestos que les gustaría.

La oposición los ha criticado en bloque. “Este año [el presidente Fabra] ha bajado los brazos antes de plantearse nada”, manifestó estos días el político socialista, que ha anunciado una batería de enmiendas al proyecto de PGE. “Vamos a tratar de enmendar unos presupuestos que atacan la dignidad del pueblo valenciano. Fabra no puede conformarse con estas inversiones”, criticó Puig.

Enric Morera, portavoz del Grupo Compromís, anunció más exclusión social y más paro con esos presupuestos. “Estamos en el furgón de cola de la inversión estatal y ante un Consell, que es incapaz de convencer al Gobierno del señor Rajoy”, criticó la coordinadora de EUPV, Marga Sanz.

La mayoría de organizaciones empresariales analizarán más despacio las cuentas públicas, pero la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) anticipó esta semana su decepción tanto por el recorte de la inversión como por lo lejos que siguen los valencianos de la media española. La Federación de Contratistas de Obra Pública de la Comunidad Valenciana, Fecoval, pedía unidad a todos los partidos para exigir al Gobierno central una reordenación de sus inversiones, pues cifraron en 7.500 millones de euros las licitaciones adicionales que la autonomía habría recibido si recibiera las inversiones medias.

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