El sector social pierde 18.000 empleos, pero atiende a 430.000 personas más
Desde 2007 han desaparecido 700 entidades por la concentración de actividades
Las entidades sociales han perdido 18.000 trabajadores de 2009 a 2011. Así lo refleja el Anuario 2013 del tercer sector social presentado ayer y elaborado en base a los datos proporcionados por 738 entidades hasta finales de 2011. Pero el trabajo que realizan las asociaciones no ha disminuido. Atienden a 2,1 millones de personas, un 25% más que desde el inicio de la crisis. ¿Y cómo lo hacen? Pues básicamente a base del voluntariado. Las personas que dedican su tiempo a tareas sociales sin una remuneración ha crecido hasta las 300.000, un 22% más que en 2007 y el doble que una década atrás. “Hacemos mucho con poco”, resumió la presidenta la Mesa del Tercer Sector,Àngels Guiteras, que reivindicó el papel de las entidades en un momento que el índice de pobreza roza 26,4%, nueve puntos más que en los años de bonanza.
El anuario también recoge que desde el estallido de la crisis han desaparecido 700 entidades, un 10%. Pero la Mesa matiza que no son cierres por los recortes, sino que la mayoría se han fusionado con otras. “Estamos viviendo un proceso de concentración del sector”, aclaró Pau Vidal, uno de los autores del anuario. De hecho, hasta 2011 las entidades manejaron un presupuesto estable de unos 6.000 millones de euros.
Otra cosa es el panorama que recoja el próximo estudio estadístico que reflejará los impactos de los recortes que ha vivido el sector estos tres últimos años. Como ejemplo, el presupuesto del Departamento de Bienestar Social —del que dependen muchas de estas entidades, aunque no es el único— bajó en 212 millones (un 11%) de 2010 a 2012. A falta de conocer el recorte para este año, la ejecución presupuestaria del primer semestre de 2013 revela que el gasto en políticas de protección social ha caído un 14,4%.
Las entidades atienden a 2,1 millones de personas, un 25% más que desde el inicio de la crisis
Los recortes y los impagos están llevando al borde del abismo a muchas asociaciones. “Hace cuatro días estábamos a punto de morir”, reconoce Anna Maria Roca, de la entidad Tresc de Girona, dedicada a la formación e inserción laboral en empresas convencionales de discapacitados mentales. Los pagos pendientes —algunos desde 2010— de la Generalitat ascendían a 200.000 euros y ahogaban a la entidad. Pero justo el martes recibieron una inyección de 90.000 euros que les ha permitido respirar. Con todo, Roca se queja de que este año están trabajando sin saber si cobrarán, ya que dependen de subvenciones todavía por convocar.
Los impagos han llevado a Tresc a no renovar un par de contratos y a activar un ERE temporal de reducción de jornada de sus 10 trabajadores. Estas medidas, añadidas a la bajada de salarios o la priorización de proyectos, son las que muchas entidades han tomado para sortear las dificultades, según recoge el anuario.
La entidad gerundense ha conseguido sobrevivir a base de créditos y también ha buscado donaciones y patrocinios. Precisamente el aumento de fondos privados han suplido el tijeretazo público hasta 2011 —que ha sido de un 5%—, cosa que ha permitido al tercer sector mantener su peso (el 2,8% del PIB catalán). Àngels Guiteras, alertó ayer que de que el voluntariado y los fondos privados “no serán suficientes” para sostener el sector en el futuro y reclamó a las administraciones que mantengan su inversión en políticas sociales. “Si no, nos abocamos a una sociedad más desigual, con más ricos y con más gente en las aceras”, remató.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.