Soluciones de aprendizaje a la medida

El ritmo del desarrollo a veces es tan intenso que determinadas técnicas que actúan como motores de crecimiento en un determinado sector, se vuelven obsoletas en un corto periodo de tiempo. Hay sistemas de distribución y logística que languidecen tras la entrada de nuevos modelos de gestión; pautas de liderazgo que se agotan en determinados ámbitos geográficos y culturales; y sistemas mecánicos que al sustituirse dejan sin ocupación a sus expertos de mantenimiento.

La evolución e implantación de nuevas herramientas y soluciones técnicas en automoción, construcción, aeronaútica, sectores energéticos, emergentes e incluso en técnicas de liderazgo, como en otras muchas áreas, obligan a las empresas a una capacitación permanente y cada vez más específica de su personal.

La evolución del mercado y los avances de todo tipo están haciendo lo principal: los grandes cambios. La reforma laboral el resto: la seguridad ya no la va a proporcionar un contrato indefinido, sino la capacidad de cada empleado para ofrecer un plus de conocimiento en cada momento y eso sólo lo proporciona el conocimiento.

“El mundo está cambiando tan deprisa que las empresas necesitan formación muy específica, perfiles diferentes cada cierto tiempo, y además una formación con metodologías y herramientas innovadoras adaptadas a cada firma, a cada disciplina”, asegura la directora comercial y de marketing de Fondo Formación Euskadi, Amaia del Teso.

Los especialistas de Fondo están ahora centrados en la preparación de un curso específico sobre “Hidráulica proporcional” que recibirán los empleados de una empresa de transportes. Un curso que están configurando junto a los técnicos de la empresa, y que impartirán a demanda de los empleados con técnicas y herramientas diferentes.

Con casi 6.500 alumnos anuales y certificaciones que acreditan la calidad de su gestión y enseñanza, trabajan con firmas con un elevado nivel de conocimiento como Petronor, Azti Tecnalia, Gerdau, Vidrala o Euskaltel, además de con las administraciones públicas —en los tres niveles, local, foral y Gobierno vasco, como entidad colaboradora de Lanbide—, pero también con asociaciones en un amplio espectro, desde las sindicales hasta las patronales.

Si en 2005 sólo el 50,7% de los trabajadores españoles había participado en algún curso relacionado con su actividad laboral, el porcentaje ascendió hasta el 61,6% en 2012, según datos del Instituto Nacional de Estadística aportados por su encuesta de población activa. El porcentaje aumenta hasta el 72,7% en Navarra y el 68,5% en el País Vasco, las dos comunidades que, pese a todo, lideran la estadística en cuanto a la formación de sus trabajadores.

En 2013, cuando todos los expertos coinciden en que la salida de la crisis se avista en el horizonte de 2015, la formación específica ya no es solo un plus para encontrar un empleo, es imprescindible. Todos los expertos consultados coinciden en que “además de mejorar el nivel de satisfacción y autoestima del trabajador, incrementa su productividad sustancialmente”. El problema, quizás, sea identificar correctamente las necesidades formativas de cada empresa.

“Operamos como una consultora a la hora de detectarlas y damos cobertura a todo el proceso, desde el diseño hasta la impartición y el seguimiento de los cursos utilizando, en cada caso, el sistema y las herramientas más adecuadas a las personas, a la empresa, tipología de trabajadores y entorno laboral”, explican desde Fondo Formación. La elección del método es crucial. On line, presencial, o el sistema mixto, el denominado blended learning, puede condicionar el éxito de un episodio formativo, explican.

Sin embargo, la formación, el seguimiento y la evaluación no son suficientes para satisfacer las demandas de las empresas. Además, en esta coyuntura, piden la gestión de las ayudas económicas a la formación, de manera que el coste se reparta entre subvenciones —lo más posible— y la cuenta de resultados.

En este momento las principales fuentes de recursos son la Fundación Tripartita estatal para la formación en el empleo, Hobetuz, en Euskadi y, además la UE, aunque este tipo de ayudas requieren la presentación de proyectos determinados.

Fondo cubre esas dos vertientes. Oferta cursos específicos adaptados a las necesidades de cada empresa y además busca la financiación. Los proyectos europeos sirven para aprender. “Es como nuestro departamento de I+D+i, porque los programas europeos, lo que nos proporcionan son nuevas herramientas y desarrollos de metodologías que inmediatamente después sirven para mejorar los sistemas de enseñanza, los cursos y los entornos de aprendizaje”, asegura Del Teso. El pasado agosto se hicieron públicos los 10 proyectos Europeos en los que participará Fondo Formación Euskadi, aprobados en la convocatoria Leonardo Da Vinci —de aprendizaje permanente que impulsa la Comisión Europea—.

De los 10 proyectos aprobados se presenta como promotor de uno de ellos y como coordinador de otro, participando como socio en los 8 restantes en los que cobran un papel relevante los entornos de aprendizaje virtuales y la formación dual.

De todos ellos obtendrán herramientas que van a mejorar la propia competencia del Fondo como consultor, a la hora de detectar necesidades formativas clave de un determinado sector, o bien para crear plataformas de aprendizaje, o desarrollar aplicaciones para móviles que permitan la documentación de las experiencias de aprendizaje realizadas durante estancias transnacionales.

Uppretail es el proyecto destinado al ámbito de la venta al por menor, en el que Fondo Formación Euskadi participa como promotor. A través del análisis de las experiencias de aprendizaje de otros países con diferentes modelos de formación profesional, se desarrollarán e implementarán pautas y recomendaciones para aprendices actuales y eficientes. El resto se centran en temas como la logística dentro del sector sanitario, entornos virtuales de aprendizaje para el metal, mejora de discapacitados o para la construcción.