Adrenalina por metros cuadrados

400 metros cuadrados para disfrutar de una de las montañas más imponentes del mundo, Cerro Alto, en la Patagonia, y una, según dicen, de las más difíciles de escalar. La pantalla del Velódromo de San Sebastián, una de las más grandes de Europa, acoge esta tarde a partir de las 20.00 una propuesta mezcla de adernalina, pasión y deporte, la proyección de Cerro Alto - A Snowball´s Chance in Hell, de Thomas Drinhofer, e Into the Mind, de Eric Crosland, dos de los seis títulos que conforman la sección Savage Cinema. El apartado, dedicado a la aventura y los deportes de alto riesgo, se estrena esta 61 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

La apuesta, según explica Sancho Rodríguez, el responsable de la sección y director también del Surf Film Festival, viene a dar respuesta a la proliferación de títulos de estas características de "gran calidad". La filmación de deportes extremos ha encontrado su hueco más allá de los festivales dedicados exclusivamente a la temática porque, según defiende Rodríguez, ver uno de estos títulos no tiene porqué implicar ser aficionado al alpinismo, o al esquí.

"Hablan y tratan valores universales como la importancia del esfuerzo y la perseverancia, del trabajo bien hecho, el marcarte un reto y luchar por él", remarca Rodríguez. El responsable del apartado, una iniciativa en colaboración con Red Bull Media House, pone como ejemplo el primero de los títulos que se proyectarán en el Velódromo, Cerro Alto, un documental protagonizado por el alpinista David Lama y que aborda no sólo la práctica de la escalda libre, también sus aspectos éticos.

Que este tipo de títulos no están dedicados exclusivamente al aficionado lo pudo comprobar el Zinemaldia el año pasado. La 60 edición proyectó, como un pequeño avance de lo que luego ha sido Savage Cinema, dos títulos, también en el Velódromo. Las entradas se agotaron en menos de 24 horas y 2.200 personas disfrutaron de esos 400 metros cuadrados entre surfistas que cabalgaban olas imposibles y deportistas de snowboard. Este año ya se han vendido 2.400 entradas -el aforo es mayor porque las proyecciones de 2012 fueron en 3D. 

La propuesta del Zinemaldia además puede convertirse en la manera de enganchar al público joven al cine, como reconoce Rodríguez, "un gran reto". "Los chavales están acostumbrados a ver clips de un minuto, un minuto cuarenta en el móvil, pero si eres aficionado al surf ver un tubo en una de estas pantallas... parece que estás en el agua", ilustra Rodríguez. O como se aprecia el frío, la altura, en definitiva, las condiciones extremas, los grandes paisajes, los planos cortos... enumera el responsable del apartado, porque ya solo poner un equipo de grabación en el pico de una montaña o entre olas gigantes requiere de una tecnología especial.