El Ayuntamiento de Alicante es incapaz de controlar su deuda

Las cuentas no cuadran en el Ayuntamiento de Alicante por más ajustes y recortes que se apliquen. La alcaldesa, Sonia Castedo, aprobó en marzo de 2012 un primer plan que tenía por objetivo sanear las cuentas y liquidar las facturas pendientes, gracias a los 47 millones de euros que autorizó el Gobierno. En aquella ocasión se puso en marcha un severo plan para ahorrar gastos.

Sin embargo, los informes de la intervención municipal sobre el seguimiento de este plan de ajuste correspondiente a los dos primeros trimestres de 2013 arrojan desviaciones negativas en los objetivos previstos tanto en gastos como en ingresos, de un 33% y un 7%, respectivamente.

Según el interventor, con la tendencia actual, a final de año sólo se ahorrarán 14 de los 21 millones previstos en gastos. La principal desviación (de un 42%) corresponde a las contratas. Según fuentes del PSPV y EU en esta partida estaba fijado un ahorro de 19 millones pero solo se lograrán 11 millones. Y los ingresos tampoco cuadran. Estaba previsto aumentarlos en dos millones y se llegará a 1,8.

Los informes del interventor municipal sobre el primer rescate se conocieron un día antes de que el pleno del Ayuntamiento debata y apruebe este viernes acogerse a un segundo rescate que permitirá a Sonia Castedo obtener 27 millones de euros de liquidez, de los que 23,5 serán para pagar facturas pendientes y otros 3,4 para cubrir remanentes negativos. Con el nuevo crédito la deuda financiera se elevará a 233 millones de euros, prácticamente el equivalente a un presupuesto anual.

Este endeudamiento provocará que en 2014 se paguen a los bancos 34 millones, lo que supone 2,8 millones de euros cada mes, para amortizar préstamos y pagar intereses. La autorización para el crédito de 27,5 millones obliga al Ayuntamiento a devolver esa cantidad en nueve años, con unos intereses del 5,5%.

La subida de tasas mayor se notará tras las elecciones municipales

Otro problema añadido son las duras exigencias que impone el ministerio de Hacienda, cuyos técnicos asumirán el control y supervisión de las cuentas municipales de un consistorio prácticamente intervenido por el Gobierno. La alcaldesa se verá obligada a subir impuestos y tasas municipales, sobre todo la de recogida de basura que dentro de tres años deberá financiarse íntegramente mediante los tributos. Los mayores efectos de estas subidas se notarán a partir de 2015-2016, una vez celebradas las próximas elecciones municipales.

El Ayuntamiento, en el próximo presupuesto, deberá aplicar un recorte de unos 10 millones de euros en gastos de personal y funcionamiento. Lo que supondrá amortizar plazas vacantes y recortar algunos servicios municipales, que no se han concretado. Por último, el incremento de un 10% del IBI aplicado este año se mantendrá hasta 2023.

La oposición municipal rechazó en la comisión de Hacienda las condiciones del nuevo rescate. Miguel Ull, portavoz socialista, lamentó que el concejal de Hacienda, Juan Seva, del PP, admitiera que “todo está en al aire” y se mostrara “incapaz” de concretar las consecuencias que tendrá este plan para los bolsillos de los alicantinos. Ull hizo una advertencia: “Por mucho que intente suavizar las consecuencias de este rescate, estamos ante una intervención en toda regla por parte del Ministerio de Hacienda ante la incapacidad de gestionar del PP”.

Castedo admite que en el Ayuntamiento de Alicante “se deberán apretar el cinturón”

Miguel Ángel Pavón, portavoz de Esquerra Unida, planteó que se rescaten “contratas ruinosas que asfixian las cuentas municipales”. Pavón denunció que el PP “traslade su mala gestión al bolsillo de los ciudadanos”. Y el concejal de UPyD, Fernando Llopis, concluyó que “el Consistorio pasa a ser una subdelegación del Ministerio de Hacienda al tener que someter sus presupuestos a autorización previa de Montoro”.

Durante la comisión de Hacienda la oposición recriminó al edil Juan Seva que el nuevo rescate se quede corto, ya que según otro informe de la intervención del segundo trimestre de 2013, el Ayuntamiento tiene facturas pendientes de pago por valor de 31 millones de euros. Sin embargo, el nuevo rescate solo saldará una deuda de 23,5 millones, el resto se hará, según Seva, mediante otro préstamo ICO avalado por la Generalitat de 5,7 millones de euros más modificaciones de crédito.

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, canceló su presencia en una rueda de prensa que tenía previsto dar en el Ayuntamiento, y poco después no pudo esquivar las preguntas que sobre el rescate le hizo el periodista Iñaki Gabilondo, en un programa especial con motivo del 80 aniversario de Radio Alicante Cadena Ser. Castedo admitió que este plan “tiene sus pros y sus contras” ya que “mejorará” la situación económica de la ciudad aunque “a costa de apretarse el cinturón, en este caso en el Ayuntamiento”.

“No se trata tanto de recortes sino de apretarnos el cinturón, en este caso en el Ayuntamiento”, dijo la alcaldesa, que fue recibida con pitos y abucheos por parte del público que seguía el programa en directo. Castedo intentó calmar los ánimos al asegurar que las medidas que se apliquen “tendrán influencia en la ciudad, pero no deben tener tan directamente en el día a día del ciudadano”, dijo minimizando el impacto que la subida de tasas tendrá en los ciudadanos.