Los astilleros de Cádiz se movilizan para demandar la construcción de barcos
EE UU confirma que las plantas gaditanas mantendrán los cuatro buques del escudo antimisiles
Ha pasado más de un año desde que el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, Ramón Aguirre, anunciara una visita a la bahía gaditana "inminentes contratos" para construir barcos por valor de 1.200 millones de euros. Iba a ser el revulsivo para los ya entonces deprimidos astilleros de Cádiz. Pero, un año después, ni esos inminentes contratos ni ningún otro se ha hecho realidad. Los casi 2.000 operarios que siguen conformando las plantillas de Navantia en esta comarca, apoyados por desempleados de la industria auxiliar y otros colectivos con problemas como los de Delphi, se manifestaron este jueves en tres protestas que salieron de cada una de las factorías para confluir a la entrada de la ciudad de Cádiz. "Sin astilleros, la bahía se hunde", advirtió el presidente del comité intercentros, José Antonio Oliva.
La protesta volvió a colapsar durante varias horas el tráfico de acceso y salida a la capital gaditana. Poco antes del mediodía estaban cortadas todas las carreteras que permiten llegar a Cádiz: la autovía a San Fernando, el puente José León de Carranza y la carretera industrial. Era el momento en que confluían las tres marchas a pie organizadas desde cada una de las plantas. La más madrugadora fue la de San Fernando, que partió a las ocho de la mañana al tener que hacer el recorrido más largo. "Habíamos puesto autobuses para los que no quisieran hacer esta caminata (de casi 15 kilómetros) pero han vuelto vacíos. Todo el mundo ha querido comprometerse". A las once y media salieron los de Puerto Real y Cádiz para encontrarse a la entrada de la capital gaditana y marchar juntos hasta la Subdelegación del Gobierno, donde el ex defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, leyó el manifiesto de apoyo al sector naval. Por el camino encontraron el apoyo de vecinos, sindicatos, colectivos laborales y sociales y partidos políticos.
"Esperemos que sea la última vez que tengamos que manifestarnos. Ojalá todos los anuncios que se han hecho prosperen", suspiró Oliva al finalizar la protesta. Lo cierto es que durante este último año, desde que Ramón Aguirre, hizo la promesa de inminentes contratos, los discursos de dirigentes del PP, la SEPI y Navantia han ido por el mismo camino. Pero, al margen de algunas reparaciones, no se ha concretado la construcción de ningún barco, que es la mayor demanda del colectivo, puesto que este tipo de contrato es el único que garantiza empleo a toda la plantilla y a la industria auxiliar.
A la protesta se llegaba con una buena noticia: la confirmación de que los astilleros gaditanos repararán y mantendrán los cuatro buques estadounidenses que conformarán el escudo antimisiles de la OTAN, que se instalará en la base de Rota el año que viene. "Navantia es una gran empresa que nos genera una enorme confianza", ratificó este jueves el embajador de Estados Unidos en España, James Costos. Lo dijo en los actos para conmemorar los 60 años del acuerdo entre ambos países para instalar este recinto militar, una de sus primeras comparecencias públicas desde que accedió al cargo. "El primero de los barcos llegará en febrero", reveló. Los sindicatos saludan este contrato valorado en 180 millones de euros. "Da mucho prestigio a la empresa", señala Juan Bedeli, presidente del comité de Cádiz, "pero no da demasiado empleo. Lo que hace falta es construir nuevos barcos".
Los sindicatos esperan el anuncio confirmado de que Navantia construirá dos gaseros para Repsol y Gas Natural, aunque todavía no se ha podido ratificar. Si se firman, dará cierta tranquilidad a las plantillas, sobre todo, después de que el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, remitiera hace unos días una carta a la plantilla en la que le presentaba el avance de su plan estratégico hasta 2018, en el que sobresalen las palabras ajustes y reprogramación. En medio de la manifestación se conoció una abrumadora lista, la de los astilleros con mayor cartera de pedidos en 2012. Ninguno es de Europa. Se concentran en China, Japón y Corea del Sur. El más destacado, el Samsung Heavy Industries, en Corea, tiene encargados 129 barcos. El año pasado los astilleros gaditanos no recibieron ningún nuevo contrato de construcción y se conforman con terminar anteriores pedidos.
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