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Fabra insta al Consell a recuperar la iniciativa y frenar las críticas internas

El presidente de la Generalitat intenta que los problemas del PP no distorsionen su gestión

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en el centro, con sus consejeros, ayer.
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, en el centro, con sus consejeros, ayer.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, reunió ayer a su gabinete para intentar recuperar la iniciativa en el debate de política general que tendrá lugar la semana que viene en las Cortes. Será la tercera oportunidad que tendrá el jefe del Consell en menos de un mes, en el que ha acumulado un importante desgaste.

La primera oportunidad, la Escuela de Verano del PP nacional, celebrada a principios de mes en Gandia acabó en descalabro. El desembarco de ministros y dirigentes del PP nacional no sirvió para que el presidente convenciese a sus correligionarios de la necesidad de tramitar en el Congreso la reforma del Estatut. El resultado fue un aplazamiento vergonzante realizado en el último momento y justificado por los propios diputados valencianos del PP.

La segunda ocasión de recuperar la iniciativa estaba prevista para el viernes pasado, en la cena de inicio del curso político en Elche, y solo sirvió para constatar las dudas existentes en el PP sobre el liderazgo de Fabra y las tensas relaciones que mantienen entre sí los cargos más emblemáticos del partido.

Una situación que provocó que Presidencia hiciese pública ayer la reunión de Fabra con los miembros del Consell, que no estaba incluida inicialmente en la agenda oficial. En la reunión, el presidente insistió en la necesidad de garantizar el sostenimiento de los servicios de educación, sanidad y bienestar social en los presupuestos de la Generalitat de 2014. También pidió que se incentive la creación de empleo para poder cumplir su promesa de que cerrará el año con menos parados con los que empezó. Y, finalmente, recordó la necesidad de mejorar el sistema de financiación autonómica en la línea del informe de expertos presentado ayer en las Cortes.

Sectores del PP acogieron la reunión celebrada en Presidencia con escepticismo, a la espera de oír el discurso del presidente ante el pleno de las Cortes. Otras convocatorias extraordinarias del Consell, realizadas por Fabra para atajar impactos negativos —como las desastrosas cifras de paro del mes de abril pasado—, acabaron finalmente con un magro resultado y una repercusión todavía menor.

Y es que las cosas se han puesto muy cuesta arriba para Fabra, sin un discurso político propio —más allá de sostener una Administración agónica— y con su propio partido convertido en un campo de minas.

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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, le recordó el viernes a Fabra que los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo se escrutarán con lupa en la Comunidad Valenciana para conocer el nivel de aprobación o rechazo a las políticas del Consell. Y todo ello en un contexto de halagos a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y silencios hacia el presidente de la Generalitat, que tuvo uno de los recibimientos más desangelados que se recuerdan en una cena de inicio de curso del PPCV. Ni aplausos, ni gritos de ¡presidente, presidente!

Margallo, que se ofreció a colaborar en la consecución de una mejora de la financiación para la Comunidad Valenciana sin obtener respuesta de Fabra, hizo evidente su fría relación con el presidente de la Generalitat. Un síntoma que agrava, aún más si cabe, la férrea negativa del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a dar un respiro al presidente valenciano, que prepara un presupuesto para 2014 con nuevos recortes.

El jefe del Consell renunció ayer a presidir el acto de presentación del informe de los expertos nombrados por las Cortes Valencianas sobre la necesidad de un cambio en el sistema de financiación autonómica. En su defecto, el portavoz del PP en las Cortes, Jorge Bellver, anunció que en el debate de política general de la semana próxima presentará una resolución basada en el informe de los expertos para reclamar una nueva financiación.

Pero el problema de fondo, es la falta de credibilidad. El PP ha rechazado en el Congreso distintas iniciativas en las que se solicitaba esa mejora de financiación. Y, además, el consejero de Hacienda, Juan Carlos Moragues, admite que la comisión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que ha de estudiar la reforma del sistema de financiación autonómica ni siquiera se ha reunido. La prioridad del Gobierno en el CPFF es impulsar la comisión de reforma del sistema fiscal, que prevé concluir sus trabajos en marzo de 2014.

La falta de receptividad del Gobierno no es el único flanco débil del Consell. Las tensiones internas afloraron en la cena de inicio de curso político del PP, tanto que los continuos llamamientos a la unidad interna no hicieron sino resaltarlas. Una pérdida de cohesión que debilita a Fabra justo cuando el ambiente es más hostil en la calle.

La alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, agradeció la elección de Elche a Fabra y al secretario regional del PP, Serafín Castellano, para arrancar el nuevo curso político. Lo que evidenció que el presidente provincial del PP de Alicante y vicepresidente del Consell, José Ciscar, no había participado en la decisión. Aunque tampoco fueron muchos los que agradecieron el esfuerzo de Alonso por reunir 1.200 comensales populares en su municipio.

El cónclave también sirvió para comprobar el nivel de aislamiento de la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, imputada en el caso Brugal e invisible para algunos de los principales comensales. Castedo, que no negó las tensiones internas, admitió que “todos los partidos necesitan regenerarse, pero no se rompen”. “Sobre todo, insistió, los que llevan tantos años y tienen una estructura fuerte y potente”.

El propio Ciscar, que realizó el discurso más cálido hacia Fabra, intentó poner paños calientes ante cargos y militantes en las divisiones internas sobre el plan de cuenca del Tajo, que pone en riesgo el trasvase al Segura, fundamental para Alicante.

Pero la peor parte se la llevó el propio presidente de la Generalitat, que tuvo que presentar su propio vídeo y reivindicó su liderazgo y su proyecto para atajar las críticas. Un proyecto que consiste en los ejes reiterados ayer en el Consell: mantener servicios esenciales, mejorar las cifras de desempleo y la financiación. Ahora solo falta que los lleve a buen puerto.

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