_
_
_
_

El futuro ya está aquí

La Pedrera expone, por primera vez en España, la obra radical y rupturista de Depero y de los futuristas italianos de comienzos del siglo XX

José Ángel Montañés
Diversos elementos publicitarios creados por Depero para la casa de bebidas Campari.
Diversos elementos publicitarios creados por Depero para la casa de bebidas Campari.MASSIMILIANO MINOCRI

“Nosotros adoramos las centrales eléctricas, las estaciones ferroviarias, los acorazados, los transatlánticos gigantescos, las fábricas en diabólica efervescencia productiva, los aviones, los lujosos trenes bala”. Intelectuales y artistas como el poeta y dramaturgo Filippo Tommaso Marinetti —-que fundó el Futurismo con su manifiesto publicado en la portada de Le Figaro de 1909—-, Umberto Boccioni, Gino Severini, Antonio Sant’Elia, Giacomo Balla o Fortunato Depero, adoraban las máquinas, la energía y la velocidad y abogaban por acabar de forma radical con todo todo lo del pasado. Balla y Depero firmaron en 1915 el manifiesto Reconstrucción futurista del Universo,donde pretendían, de forma optimista, una metamorfosis radical del arte en el que la estética se llenaba de dinamismo y velocidad, pero también un proyecto antropológico de cambio de formas de vida y estructuras sociales de acuerdo con la nueva era industrial.

Sus obras rompieron los esquemas tradicionales. Las pinturas salen de los marcos, como Ritmo plástico del 14 de luglio, de Severini o esculturas como la botella creada por Boccioni que se proyecta en el espacio y crea una especie de paisaje. El cine, la moda, el teatro, la música, la danza, la publicidad y el diseño, no escaparon a la nueva visión que propugnaron los futuristas.

Libro que realizó Depero en 1927 al aviador Azari, encuadernado con dos tornillos como los utilizados en las cabinas de los aeroplanos de la época, publicación emblemática del arte moderno.
Libro que realizó Depero en 1927 al aviador Azari, encuadernado con dos tornillos como los utilizados en las cabinas de los aeroplanos de la época, publicación emblemática del arte moderno.massimiliano minocri

Pero sus métodos no siempre fueron pacíficos, famosos fueron los actos que terminaron con duras broncas entre artistas y público, e incluso Marinetti intentó que su arte fuera el del fascismo de Mussolini, en el poder desde 1922. La propuesta no cuajó, ya que Il duce se decantó por planteamiento más clásicos relacionados con los fastos de la antigua Roma. Este acercamiento marcó de forma negativa, a estos defensores de la renovación total.

En España, la obra multidisciplinar del pintor, escultor, escenógrafo, arquitecto, escritor y diseñador Depero (1892-1960), no se había expuesto nunca, por lo que es un auténtico desconocido. La Fundación Catalunya La Pedrera reúne más de 200 piezas, la mayoría obras de este artista fiel al futurismo hasta 1930, año de su retorno a Italia después de vivir dos en Nueva York, “la metrópoli futurista por excelencia”.

De Depero es la botella de bíter de Campari, para la que realizó su publicidad corporativa, pero el resto de su obra no se conoce por el gran público. El comisario de la exposición, el arquitecto Antonio Pizza, se ha empeñado en que esto cambie y que el autor que mejor personifica este movimiento de vanguardia acabe siendo conocido. Para eso, ha reunido, además de fotografías y documentos, sus diseños de mobiliario para bares, restaurantes y viviendas; vestuarios como el ideado para los míticos ballets rusos de Daiguilev. También los proyectos arquitectónicos, como sus plásticos pabellones de libros o la Casa de Arte Futurista que construyó en Rovereto. También sus juguetes y marionetas articulados, los Balli plastici, objetos como el libro que realizó en 1927 para el aviador Azari, encuadernado con dos tornillos como los utilizados en las cabinas de los aeroplanos de la época, considerado una de las publicaciones emblemáticas del arte moderno o sus propuestas publicitarias, todas inspiradas bajo el alma futurista, que ensalza un futuro tecnificado y rechaza el pasado.

Según Pizza, el futurismo no acabó imponiéndose por la imposición de otro estilo artístico que triunfaba en París desde 1907, la capital cultural de Europa, con figuras como Picasso o Braque. Pero niega que su vinculación con el fascismo fuera una losa que le impidiera desarrollarse.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 12 de enero en Barcelona es arriesgada, porque no presenta la obra de un personaje popular o mediático que garantice largas colas de público. Pero es una avanzadilla de futuro. Según Marga Viza, directora del área de cultura de la Fundació La Pedrera, en otoño, el Guggenheim de Bilbao, en 2014 en Nueva York y en 2015 una “institución cultural de renombre” de Madrid, también organizarán exposiciones sobre Futurismo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_