Madrid reservó 53 millones por si se paraba la privatización de la sanidad
El presupuesto de 2013 incluye por primera vez una partida para “imprevistos”
El revés judicial a la privatización sanitaria no ha cogido del todo desprevenida a la Comunidad de Madrid pese a que el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, manifestase hace dos semanas su “absoluta sorpresa” por un auto judicial que echaba el freno al proceso por segunda vez. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid suspendió de nuevo el miércoles pasado el proceso de privatización, en la decisión judicial sobre el asunto más contundente hasta la fecha, que de momento deja en el aire el futuro de los seis hospitales cuya gestión iba a pasar a manos privadas.
Ni Lasquetty ni el presidente, Ignacio González, han querido admitir en público que esta última suspensión trastoca sus planes, y el primero ha respondido a las insistentes preguntas de los medios de comunicación que no hay plan B. Sin embargo, los Presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2013 sí tenían previsto que surgieran problemas ya que, por primera vez, incluyeron en las cuentas destinadas a Atención Especializada de la Consejería de Sanidad (programa presupuestario 750) una reserva de 53 millones de euros como fondo para aportaciones financieras a las empresas públicas de los hospitales por “gastos inaplazables, imprevistos e insuficiencias”. La Consejería de Economía y Hacienda se negó en repetidas ocasiones a informar de las repercusiones presupuestarias de la paralización de la externalización con el argumento de que debe esperar a que Sanidad tome una determinación política al respecto.
En ese programa de Atención Especializada, que maneja casi 1.342 millones de euros, se incluyen las partidas correspondientes a determinados hospitales, entre ellos los que están en proceso de privatizar su gestión y que son ahora empresas públicas: el Infanta Leonor (Vallecas), Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Infanta Cristina (Parla), Hospital del Henares (Coslada), del Sureste (Arganda del Rey) y el del Tajo (Aranjuez).
Además de esta reserva de 53 millones, la Comunidad de Madrid reflejó en el diseño de los Presupuestos —que presentó el mismo día que soltó la bomba del mayor paquete privatizador de la sanidad llevado a cabo en España— su plan para transferir la gestión de seis hospitales, y del dinero con el que se sufragan, a manos privadas. En años anteriores, las aportaciones de capital destinadas a las empresas públicas de los hospitales se consignaban en un solo bloque.
Este año, sin embargo, esas cantidades se han reducido sustancialmente. Entre las seis empresas las aportaciones suman 328 millones (128 milones menos que el año pasado). Pero de esos 328 millones, 52,9 millones no han desaparecido, sino que se han pasado al capítulo de gastos como “asistencia sanitaria y servicios sociales con medios ajenos”. Todo ello dentro del mismo programa presupuestario, el 750. Esta última cantidad estaba pensada para pagar a las empresas privadas los tres meses de 2013 que la Consejería de Sanidad tenía previsto que gestionasen ya los centros (a partir del 1 de octubre). Así, el dinero destinado en los Presupuestos a esos centros sanitarios se ve reducido en total en 75,3 millones respecto al pasado año (un 16% menos).
La partida de reserva de 53 millones permitiría completar al menos en parte la dotación económica de esos hospitales sin tocar los Presupuestos. Adicionalmente, el artículo 55 de la Ley de Presupuestos aprobada a finales del año pasado prevé que algunos créditos correspondientes a Atención Especializada puedan transferirse dentro del mismo programa sin siquiera necesitar informe previo de la Intervención Delegada.
Los 53 millones suponen, por tanto, una forma de paliar el descuadre en las cuentas que ocasiona el cambio de planes. La Consejería de Sanidad, sin embargo, está acostumbrada a no ajustarse a lo inicialmente previsto en las cuentas. Todos los años hay cambios sustanciales entre el presupuesto inicial y el que finalmente se ejecuta. El año pasado, sin ir más lejos, el Servicio Madrileño de Salud (Sermas), el ente del que dependen todos los hospitales y centros de salud de la región, tenía presupuestados 6.882,8 millones de euros. Durante el año se añadieron 2.582,7 millones en modificaciones. Es decir, se incrementó un 37,5%. De la cantidad total, 1.733 millones se destinaron a pagar deuda, tal y como reconoce el Sermas en su memoria de 2012. Los partidos de la oposición han criticado en múltiples ocasiones que la sanidad en Madrid siempre se infrapresupuesta, para luego ir añadiendo créditos durante el año.
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