Pablo Gorostiaga no pudo ver a su mujer antes de morir pese a tener permiso
El exalcalde de Llodio estaba de traslado en la cárcel de Ocaña cuando ocurrió el fallecimiento
La asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, ha denunciado que Pablo Gorostiaga, encarcelado por colaborar con ETA, no pudo despedirse de su esposa antes de que ésta falleciera ayer a pesar de tener el permiso del juez. En una nota, Etxerat ha informado de que la mujer murió anoche "después de una dolorosa enfermedad" que "le había impedido acudir a visitar a su marido" que se encuentra preso en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
Gorostiaga, "ante la situación irreversible de su mujer", solicitó el traslado a una cárcel del País Vasco y el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria se lo concedió el pasado jueves, 29 de agosto.
Sin embargo, según ha denunciado Etxerat, Instituciones Penitenciarias decidió que el traslado a la cárcel de Zaballa (Alava) no fuera de urgencia, lo que implica que se puede llevar a cabo durante varios días con paradas en otros centros penitenciarios por el camino.
Así, Gorostiaga salió ayer a la mañana de la prisión de Herrera y en este momento se encuentra en la de Ocaña (Toledo), con lo que no ha llegado a tiempo de ver a su mujer antes de que ésta falleciera.
Tras conocerse el fallecimiento de la mujer de Gorostiaga, la portavoz de EH Bildu, Laura Mintegi, ha escrito en su cuenta de Twitter: "Pablo Gorostiaga (71 años) está en la cárcel por ser un directivo del periódico Egin. Hoy ha fallecido su esposa y no han podido despedirse".
Esta misma red social ha sido utilizada por el portavoz de Sortu, Pernando Barrena, para mandar un mensaje de ánimo a Gorostiaga y para denunciar la "política penitenciaria criminal" que le ha impedido despedirse de su mujer.
Gorostiaga fue condenado en 2007 a 9 años de cárcel dentro del sumario 18/98, seguido contra varias organizaciones del entorno de la banda terrorista por colaborar con ETA.
El pasado mes, Pablo Gorostiaga fue elegido por la comisión de fiestas de su pueblo, Llodio, para leer el pregón de las fiestas de San Roque. No obstante, la Abogacía del Estado recurrió a instancias de la Delegación del Gobierno en el País Vasco esa elección al entender que el nombramiento de Gorostiaga atenta contra la dignidad de las víctimas del terrorismo. Después, una juez de Vitoria decidió mantener esa suspensión cautelar hasta que se dicte sentencia firme al entender que de no hacerlo, "resultaría imposible el cumplimiento de una eventual sentencia estimatoria de la demanda, pues para cuando ésta se dictase, ya se habría celebrado el acto del pregón", lo que provocaría una "situación irreversible" y "perjuicios irreparables"
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