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CAPITAL CULTURAL

San Sebastián 2016 vuelve a insistir en su independencia

La oficina de capitalidad desacredita a la UE y descarta “injerencias políticas”.

Al fondo Igor Otxoa, junto a Fernando Bernués y Santiago Eraso, responsables de San Sebastián 2016.
Al fondo Igor Otxoa, junto a Fernando Bernués y Santiago Eraso, responsables de San Sebastián 2016.Javier Hernández

Las olas de energía ciudadana que auparon a San Sebastián como capital cultural 2016 siguen revueltas. Sus aguas no parecen calmarse, menos aún tras los últimos escándalos que rodean el proyecto. El informe realizado por la Comisión de Control y Asesoramiento de Capitales Europeas de la Cultura, donde denuncian la falta de liderazgo o la “injerencia política”, ha supuesto un importante varapalo para una candidatura que nació como modelo de convivencia, a pesar de convertirse en un ejemplo de discrepancia desde el momento en el que la capital donostiarra fuera elegida como capital cultural.

Este viernes sus gestores actuales, con su director Fernando Bernués a la cabeza, han querido negar la existencia de cualquier tipo de “injerencia política” que el jurado denuncia tras su última visita a la capital donostiarra el pasado mes de junio. “La dirección técnica del proyecto ha actuado siempre con absoluta libertad y autonomía de gestión del programa cultural”, han precisado.

Además, insisten en que el proyecto “es el mismo” con el que la capital guipuzcoana fue seleccionada a finales de junio de 2011 como capital cultural. “Sigue siendo inclusivo, de todos, para todos y de cualquiera”, señalaron desde la oficina técnica. Rechazaron que nadie les haya “sugerido, de buenas o malas maneras que metan o quiten algo”.

Este último golpe azota a una institución que en la última quincena ha sufrido un nuevo revés, tras hacerse pública la elección de Itziar Nogeras, nueva gerente de San Sebastián 2016, a dedo. El alcalde, Juan Karlos Izagirre, terminó admitiendo que Nogueras fue propuesta para el cargo.

Las voces discordantes hacia el proyecto, no obstante, no son nuevas ya que desde 2011 ha estado salpicado por otras polémicas, entre las que destacan el abandono de la exdirectora cultural Ainara Martín y el de la gerente Eva Salaberria “por motivos personales”. La oposición del Ayuntamiento de San Sebastián ha sugerido, en cambio, que ambas salidas han estado motivadas por razones política y la influencia de Bildu entre los miembros de la oficina de capitalidad.

Las críticas hacia el proyecto surgieron desde que San Sebastián fuera elegida como capital cultural. La victoria electoral de Bildu en Gipuzkoa poco antes de la designación oficial despertó airadas críticas contra la coalición abertzale, no solo desde la oposición, también desde otras ciudades candidatas como Córdoba o Zaragoza.

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El proyecto fue gestado en sus inicios por el anterior equipo de Gobierno socialista, con su exalcalde y ahora diputado en el Congreso, Odón Elorza, y la concejala Marisol Garmendia como máximos exponentes. Elorza, que nunca ha escondido su preocupación por la deriva del proyecto, ha propuesto recientemente la creación de la Plataforma Ciudadana 2016. De carácter “independiente” busca “garantizar la transparencia y el control ciudadano sobre el desarrollo del proyecto y la defensa integra de los contenidos originales del proyecto”.

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