El Gobierno justifica prohibir banderas nacionalistas en un partido del Depor

El Gobierno ha justificado que a varios aficionados del Deportivo no se les permitiera entrar en el estadio de Zorrilla con banderas nacionalistas al partido que enfrentó al equipo gallego contra el Valladolid la pasada temporada. “Si bien es cierto que hay banderas o emblemas que no constituyen por sí mismos y de forma separada ningún tipo de infracción o de delito, cuando se trata de un espectáculo deportivo de masas donde convergen otras circunstancias, como rivalidad deportiva o regional, su exposición puede provocar una reacción adversa y violenta por parte de otros sectores del público”, asegura el Gobierno en la respuesta por escrito a una interpelación formulada por la diputada del Bloque Nacionalista Galego Rosana Pérez.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 11 de mayo en la jornada 35.ª de la competición liguera cuando varios seguidores del equipo coruñés denunciaron que agentes de seguridad privada del club vallisoletano no les permitían entrar al estadio si no guardaban las banderas de Galicia con una estrella roja en el centro que suelen usar los grupos y partidos nacionalistas gallegos. Una vez dentro del estadio, otro agente volvió a pedirles que guardaran las banderas bajo la amenaza de expulsarles. Ante la petición de explicaciones por parte de los aficionados, el guardia de seguridad les aseguró que el estadio estaba lleno de cámaras y “que estaban muy presionados para que ese tipo de símbolos no estuvieran en las gradas”.

El Ministerio del Interior explica en la respuesta parlamentaria que en esos casos, el coordinador de seguridad del recinto deportivo “puede ordenar que no se permita la introducción de dichas banderas nacionalistas o emblemas”. Cuando así sucede, las banderas quedan normalmente en depósito en las consignas de los estadios y sus propietarios puede retirarlas a la conclusión del partido. La diputada nacionalista gallega Rosana Pérez señalaba en su pregunta al Gobierno que, a la vista del acta policial, “parece claro que las Fuerzas de Seguridad del Estado tratan a los adeptos que acuden a los estadios con banderas o símbolos nacionalistas como un elemento que puede causar problemas de seguridad o de alteración del orden público”.