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Cambio esquíes por bicis

Sierra Nevada se recicla en verano como escenario de deportes de riesgo y espacio para el ocio

Descenso en bicicleta de montaña, esta semana en Sierra Nevada.
Descenso en bicicleta de montaña, esta semana en Sierra Nevada.Juan Palma

La nieve hace tiempo que se fue, pero por las pistas de Sierra Nevada siguen bajando intrépidos jóvenes a toda velocidad. No usan esquíes ni tablas de snowboard, sino bicicletas de montaña con las que derrapan por la misma tierra donde antes hubo nieve, dan saltos espectaculares y hacen piruetas. "Las sensaciones son parecidas a las de bajar con esquíes o tablas, es una descarga de adrenalina que termina en euforia al finalizar el descenso. Y tiene el mismo riesgo, aunque la caída con tierra es más peligrosa que con nieve, lógicamente", describe David Ruiz del Pozo, rider y biker de Sierra Nevada —términos con los que se definen a los avezados practicantes de snowboard y de mountain bike— y uno de los responsables de South Star, una tienda de alquiler de esquíes y tablas reconvertida a las bicis durante el verano y que ejemplifica la apuesta estratégica de la estación granadina para atraer visitantes fuera de los apenas seis meses que dura la temporada de esquí.

"Sierra Nevada no puede competir con los paisajes frondosos y verdes que ofrecen los Pirineos o los Alpes en verano, pero ofrece otros atractivos", dice María José López, directora de Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación. Y esos atractivos pasan por experimentar el vértigo de recorrer en bici el mismo desnivel que esquiando —desde los 3.300 metros cercanos al Veleta hasta los 2.100 de Pradollano—, pero también por realizar el triatlón a mayor altura de España, hacer senderismo por cumbres de 3.000 metros y contemplar la fusión de la nieve, disfrutar de una lluvia de estrellas por la noche o ver amanecer en el Veleta. Además, se puede volar en parapente, hacer barranquismo y pasear en canoa o a lomos de un caballo.

Estas actividades que pueden practicarse en Sierra Nevada y su entorno en verano, la mayoría relacionadas con el deporte extremo o de aventura, son la gran apuesta de la estación cuando se acaba la nieve. "El turista deportivo es muy fiel y no viene solo, se trae a familia y amigos, tiene poder adquisitivo y se integra muy bien en la montaña porque respeta el entorno", explica López, esta última circunstancia es importante en un paraje declarado parque nacional

El año pasado unas 20.000 personas acudieron a la estación en los meses estivales

El objetivo de Cetursa es consolidar Sierra Nevada como el principal polo de atracción de la mitad sur de España para los deportes de aventura. El año pasado unas 20.000 personas acudieron a la estación en los meses estivales. "Este año esperamos crecer entre un 6% y un 7%", confía la directora de Cetursa. Solo en las pruebas deportivas ya celebradas —dos triatlones, subida pedestre al Veleta, Kilómetro Vertical o Sierra Nevada Límite con bicis de montaña— han participado unas 3.500 personas, a los que se suman los numerosos turistas, deportistas o no, que acuden para disfrutar de las frescas temperaturas a más de 2.000 metros, bañarse en la piscina semicubierta o asistir a conciertos de rock como los celebrados esta semana en el festival Sierra Nevada por Todo lo Alto.

Pero la principal palanca para activar las visitas son las bicis. Al igual que hizo con el parque de snowboard Sulayr para atraer a los riders de las tablas, la estación ha creado el Sierra Nevada Bikepark, un complejo de tres circuitos para bicicletas de montaña dotado de saltos de madera, pasarelas, puentes y peraltes, diseñado con la ayuda de David Ruiz del Pozo y sus compañeros de South Star. Los bikers pueden subir con su bici en el telecabina o llevarla anclada a los telesillas hasta la zona alta del Veleta y desde ahí disfrutar de un descenso con un desnivel "que solo puede ofrecer Sierra Nevada", asegura María José López, quien destaca que los circuitos se han instalado "de acuerdo con las directrices ambientales del parque nacional".

El Bikepark se une al circuito de rally de Fuente Alta, recuperado este año, en la zona boscosa junto a la urbanización de Pradollano. En julio, el mes que entró en funcionamiento el Bikepark, se ha triplicado el paso de bikers por los remontes que dan acceso a los circuitos respecto a 2012, cuando las zonas de bicis aún no estaban acondicionadas. El mercado de los ciclistas de montaña está en auge y también contabiliza visitantes extranjeros. "Podemos aprovechar el tirón del turismo de la Costa del Sol, de hecho hemos tenido visitas de veraneantes extranjeros que, al enterarse de que en Sierra Nevada existían estos circuitos, han venido a practicar", añade Ruiz del Pozo.

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