Acerca del suelo
Pedro Córdoba presenta su espectáculo 'Del 2mil y pico' con una ingeniosa escenografía
La idea de una programación de flamenco en formato de cámara en el Pequeño Gran Vía es loable, e interesante, en tanto esa proporción (distancia) entre público y artista permite una evaluación de otro tipo, un acercamiento al nervio mismo de los bailes, y viene ni que pintado el problema (la polémica) de la amplificación del suelo. Es parte de este lío entre estético y tecnológico, sometimiento raso e inmisericorde de voces, guitarras, violines, cajones y lo que sea menester de bulla. Pero no por grande el sonido es mejor. ¿Dónde quedan los ricos matices que pueblan este arte, del zapato a las palmas, de la voz al tañido de las cuerdas? Se salvan los pitos, pues, cuando suceden, generalmente las manos están lejos de los micrófonos. Otra cosa sería oír a los dos Ismael al natural, pues tienen voz, oficio y color.
DEL 2MIL Y PICO
Baile y coreografía: Pedro Córdoba, Belén de la Quintana y Guadalupe Torres. Guitarra: Manuel Castilla. Luces: Agnethe Tellefsen. Vestuario: B. de la Quintana. Pequeño Gran Vía. Hasta el 21 de agosto.
Pedro Córdoba, que empieza su baile demasiado arriba, al bandazo, en parte atiende a esto y cierra el círculo, lo hace más recogido, con una ingeniosa escenografía de cubos rojos y negros, como el vestuario, todo entonado a esa estrecha gama. Los vestidos de ellas son imaginativos, con sus blusas criollas sueltas o sus corpiños-fajín talabarteros y repujados. También llevan peines dorados a la antigua.
No discutiría al bailaor que los botos de charol negro son un auténtico lujo, otra cosa es el renglón del gusto donde ubicarlos, y ya cuando el charol es blanco o rojo, no tengo palabras.
Las Alegrías de Sabadell son un buen fin de fiesta entonado. Las mujeres bailan bien a dúo, muy acompasadas y con ritmo. Él está mejor en la farruca, pues ya antes se había comido el mundo y tan compleja digestión lo atemperó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
¿Repetir o pasar de curso? Algunos daños colaterales
Detenido en Chiapas Yoel Alter, integrante de la secta Lev Tahor, por presunta trata de menores para matrimonios forzados
Ayuso aprueba un gasto extra de 106 millones de euros para el “reequilibrio” económico de tres hospitales de Quirón en 2025
CAF cierra 2025 con un récord: aprobó más de 18.000 millones de dólares para el financiamiento sostenible
Lo más visto
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Los socialistas valencianos reclaman a Feijóo que entregue a la jueza de la dana la conversación íntegra con Mazón
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum




























































