Bildu se plantea no acudir al ‘txupinazo’ en señal de protesta

A poco más de 24 horas para el inicio de las fiestas, la polémica en torno a la suspensión de la txupinera Jone Artola parece avivarse por momentos y Bildu está dispuesto a tensar más la cuerda. "Hasta el último momento estaremos cuestionando nuestra presencia en el acto oficial", ha anunciado la portavoz de la coalición abertzale, Aitziber Ibaibarriaga, esta mañana. La decisión se tomará cuando Bilboko Konpartsak, que sigue "debatiendo" cómo afrontar la medida del juez, ponga sobre la mesa en la Comisión de Fiestas convocada para esta tarde, sus intenciones, entre las que no se descarta la organización de un txupin alternativo en el que dar protagonismo a Artola. Ibaibarriaga llevará a la reunión una propuesta para que se redacte un documento en el que se denuncie la decisión judicial e "insistirá en suspender el acto" que da inicio a las fiestas como ha sucedido en Llodio.

Bildu ya anunció ayer a través de su portavoz que la txupinera tiene que tener su "espacio" en las fiestas y parece que cumplirá su palabra ya que en opinión de Ibaibarriaga "el txupin oficial es el que lanza la txupinera, el otro es el que echa el ayuntamiento". De hecho, ha denunciado la actitud del equipo de gobierno, en manos del PNV, por comportarse "como si aquí no ha pasado nada". "Si hacemos que no pasa nada, estamos dando legitimidad a la decisión injusta" del Juzgado de lo Contencioso número uno de Bilbao. 

No han faltado las críticas hacia el PP y PSE, si bien las palabras más duras, tal y como ha sucedido durante la semana, han ido dirigidas a los populares, a los que responsabilizan de la "humillación" que supone para la Aste Nagusia y la figura de la txupinera, la suspensión de Artola. Además, ha recordado que los populares "no dijeron ni esta boca es mía" durante la comisión, celebrada el pasado mes de julio, en la que se decidió nombrar a Artola como txupinera. En su opinión "el PP de Bilbao se ha sumado al carro" del delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, para no quedar en evidencia, a pesar de no "respetar la opinión mayoritaria de los bilbaínos".