“Mas ha decretado el estado de excepción con su modo de gobernar”
“La declaración de Granada es un punto de partida y claro que es mejorable”, asegura Collboni
Jaume Collboni (Barcelona, 1969) es portavoz del Partit dels Socialistes (PSC) desde el congreso que ganó Pere Navarro en diciembre de 2011 y este tiempo ha lidiado con todo tipo de sobresaltos, externos e internos.
Pregunta. ¿Se ha acabado ya la montaña rusa en la que parece montado el PSC?
Respuesta. Eso nunca se sabe, son imponderables. Estamos viendo un proyecto de reformulación profunda del PSC, no me atrevo a decir refundación, a la vez que reconstruimos el discurso tras la presencia en las instituciones.
P. Una reformulación que posiblemente les afecte más que a otros partidos por la cuestión soberanista
R. En el ámbito del autogobierno hemos orientado una postura y creo que con éxito, con el la aquiescencia del PSOE, como no podía ser de otra manera. Nosotros no practicamos el negacionismo del PP y Mariano Rajoy, que consiste en decir que aquí no pasa nada y que solo con la Constitución vigente y el Estatut daremos respuesta al reto que tiene Cataluña. El PSC piensa que tiene que dar una nueva respuesta, con tensiones, con fricciones, pero sabiendo que tenemos que ofrecer una alternativa de cambio a la sociedad catalana y española.
P. La dirección vendió la declaración de Granada como un gran éxito. ¿No cree que es un paso importante para el PSOE pero insuficiente para el PSC?
R. Es un buen punto de partida y lo remarcable es que el PSOE entienda que hay que poner encima de la mesa un nuevo pacto, una nueva Constitución. Eso no había pasado en los 30 años de democracia.
P. ¿No debería haberse ido más allá?
R. En el documento puede haber cosas mejorables, pero para llegar a acuerdos hay que hacer renuncias. La trascendencia es haber conseguido abrir una proceso de reforma constitucional en poco tiempo.
P. Año y medio después del congreso siguen sin firmar un nuevo protocolo con el PSOE.
R. Un proceso contaminó el otro. Se pretendieron cerrar a la vez y no fue posible. Cuando pase el verano se podrá abordar con más tranquilidad y menos presión ambiental.
P. En Cataluña el PSC ha quedado en tierra de nadie con el derecho a decidir y está recibiendo por ambos flancos.
R. No. Lo que ha pasado es que hemos inaugurado un nuevo territorio. El catalanismo político se ha dividido en dos. El que no es independentista ha entendido que había que hacer una nueva formulación, en nuestro caso con la reforma federal. No estamos solos. En ese terreno va a acabar Unió Democràtica y amplios sectores de Iniciativa per Catalunya. El PSC ha sido el primero en llegar y hacer una propuesta y eso tiene sus costes.
P. Que afloran en forma de división interna con manifiestos, declaraciones, goteo incensante de bajas, etcétera.
R. En CiU hay una división estructural. Convergència con el eufemismo del derecho a decidir defiende la independencia y Unió no. Más división que esa no tiene el PSC. Cuando uno está en el poder, como CiU, eso hace de soldador de la cohesión de un partido. Nosotros hemos sido la avanzadilla de lo que va a suceder en otros grandes partidos y organizaciones sociales, que también verán cómo afloran las contradicciones. Les va a pasar cuando se acerque la hora en la que Mas ha decidido que tienen que pasar las cosas. Nosotros creemos que eso es de una precipitación suicida.
P. Y por si no bastara con eso, están salpicados con el caso Mercurio y Método 3.
R. Los dos casos no ayudan al PSC pero el partido ha reaccionado con claridad y rapidez. Las personas que han tenido alguna relación dieron un paso al lado para centrarse en su defensa. Sobre Método 3 ya lo decidirá la investigación judicial. No podemos hacer más de lo que hemos hecho, que es dar toda la información y colaborar con la justicia.
P. ¿Navarro no debería ir al Parlament a explicarse?
R. Creemos que no, porque no tenía una responsabilidad de primer nivel cuando ocurrieron esos hechos. Nos parece que esa petición responde más a la voluntad de poner el ventilador en marcha y de comparar la presunta corrupción sistémica del caso Palau con un hecho puntual execrable.
P. ¿También ve razonable que Navarro no interpelara a Mas en el Parlament por el caso Palau?
R. No fue el único.
P. ¿Lo justifica?
R. No, pero no es una excepción. Nosotros quisimos que el debate se produjera en el Pleno. Seguramente en ese caso el primer secretario hubiera estado. Había una voluntad objetiva de CiU de devaluar el debate y de llevarlo a la comisión y creo que fuimos coherentes.
P. ¿ El PSC ha tocado suelo?
R. Creo que sí y algunas encuestas así lo revelan, pero no hay mirarlas mucho. La coherencia es lo que al final puede dar resultados. Estamos en un momento de mucho despiste, la gente no entiende qué está pasando y de que hablamos.
P. ¿Y no cuesta el doble entenderlo en el caso del PSC?
R. Sí, como cuesta de entender que haya una coalición en Cataluña que tenga un partido independentista y otro no. Eso forma parte de la confusión general. Artur Mas ha decretado de facto el estado de excepción en Cataluña, que permite prorrogar presupuestos sin tener consecuencias políticas, como si fuera lo más normal del mundo o tomar decisiones que en condiciones normales serían inadmisibles. Está buscando crear ese marco para violentar el marco legal actual.
P. Además de portavoz del PSC o precisamente por eso, usted suena cada vez más como candidato a las primarias por Barcelona. ¿Se presentará?
R. Aún no he decidido nada, pero es cierto que lo estoy pensando. Todas las personas que tenemos responsabilidades en este partido debemos comprometernos ante las primarias de Barcelona.
P. Se le considera el candidato de la federación local.
R. Eso son especulaciones.
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