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Cuatro dotaciones de bomberos fueron retiradas antes de terminar el rescate

Un suboficial dio la orden de regreso y obligó a sus hombres a marcharse

Las dotaciones de bomberos comarcales, cerca de 20 efectivos, fueron retiradas del lugar del accidente cuando todavía no se había terminado de retirar a las víctimas. Así lo recogen el parte de llamadas del 112 Emergencias y testimonios recabados por este periódico, que abundan en aspectos de la desorganización reinante en el lugar del accidente. De hecho, testigos vieron cómo el juez José Antonio Vázquez Taín (de visita en la zona) tuvo que ser quien dio la orden de despejar de civiles las denominadas zona caliente y zona fría del entorno. “Todo lo que no sean bomberos, sanitarios y policía, a 200 metros de la línea”, le escucharon.

Ninguno de los testigos consultados conoció, en los primeros minutos del rescate, bajo qué nivel de alerta se estaba funcionando, a pesar de la insistencia de representantes de la Xunta en manifestar que se activó el nivel 2 a las 21.47 horas [el sábado, un portavoz oficial manifestó a este periódico que el nivel 2 se activó a las 23.00 horas, casi dos horas y media después del accidente, pero que los medios de otras provincias habían empezado a llegar mucho antes]. Hay un reconocimiento general a la actuación de determinados funcionarios de segundo nivel que tomaron las primeras decisiones relacionadas con el rescate, a la vista de que estas no llegaban del primer nivel. Este periódico ha solicitado una entrevista con Santiago Villanueva, director general de Emergencias e Interior de la Xunta, que ha sido denegada. En declaraciones a otros medios de comunicación, Villanueva afirma que estuvo en el lugar del suceso desde el primer momento y califica el despliegue de efectivos de “impecable”.

Hacia las 23.30 horas, casi tres horas después del accidente, se produce una sorprendente retirada de efectivos. El parte de llamadas así lo refleja: “Bomberos de Santa Comba vuelven al parque por orden del sargento” (23.30 horas) o “Bomberos Boiro por orden suboficial vuelven al parque” (23.42). Tampoco se explica que las dotaciones de bomberos de A Coruña, de gestión pública y con una buena dotación de medios, nunca fueran movilizadas.

Se da la circunstancia de que Galicia tiene una estructura muy peculiar en lo referente a los cuerpos de bomberos: salvo las siete grandes ciudades (Santiago, A Coruña, Lugo, Vigo, Ourense, Pontevedra y Ferrol) que se gestionan de forma pública, el resto de unidades están gestionados por empresas privadas. Así, en la provincia de A Coruña están los bomberos públicos de Santiago y A Coruña y luego compañías privadas, agrupadas en el Consorcio Provincial Antiincendios y Salvamento de A Coruña. Los bomberos de esas compañías se encontraban en jornada de huelga, que decidieron suspender a la vista de la magnitud del accidente. La diferencia entre las dotaciones públicas y privadas es clara: un camión público lleva entre 7 y 8 bomberos, uno privado entre 3 y 4.

Al lugar del accidente llegan en primer lugar dotaciones de Santiago, pero el 112 comienza a avisar a otras dotaciones de localidades vecinas. Así, a las 21.02 se moviliza a los bomberos de Deza. Hay una llamada de la policía local que pide que “se avise a todos los bomberos posibles para que vayan”. Salen también los bomberos de Ordes, los de Arzua, Santa Comba y Boiro, según registran las llamadas. “Mauricio[(CALVO], suboficial del consorcio informa de que han salido bomberos de Santa Comba, Arzua y Ordes y que los de Betanzos se quedan en reserva para no dejar todo descubierto”, dice una llamada al 112. No hay orden de movilización para los bomberos de A Coruña, que han reclutado efectivos por su cuenta para acudir.

Tanto los testimonios como los partes de llamadas señalan al suboficial del consorcio, Mauricio Calvo, como el responsable de esa retirada. Este periódico ha tratado de ponerse con Calvo, sin obtener respuesta. Igualmente se ha buscado la versión de la empresa Natutecnia, que es la que gestiona algunos de los parques de bomberos comarcales citados. Nadie ha querido responder. ¿Cuál fue el motivo de esa retirada? ¿Por qué se permitió si estaba activado el nivel 2? No hay respuesta a estas preguntas, ni al problema de los helicópteros ni a la tardanza en llegar la iluminación y otros pormenores. La Xunta insiste en que el despliegue fue “impecable”. Esa es la versión oficial.

La de los testigos alude a problemas de coordinación. En las horas más difíciles, las comunicaciones por radio entre unos y otros cuerpos se hizo imposible, según relataron. El esfuerzo personal palió algunos fallos.

Uno de los bomberos que fueron retirados manifestó: “No estábamos conformes, porque había mucho por hacer, y no hicimos caso. Nos quedamos un tiempo hasta que se nos insistió y tuvimos que marcharnos”. Fueron sustituidos por personal de protección civil, sin la preparación de un bombero.

Por otra parte, el juez Taín, visiblemente emocionado aún por la experiencia, dice no recordar si fue quien ordenó el desalojo del personal civil: “Sé que soy una persona muy impulsiva, pero puse de mi parte todo lo que pude. Creo que allí se vivieron grandes ejemplos de solidaridad. Fue mágico y terrible”.

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