La edil de Ciutat Vella dice que asume “los riesgos” del cambio en el plan de usos

A partir de septiembre entrará en vigor la modificación del plan de usos de Ciutat Vella que ayer aprobaron CiU y PP en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona. El cambio permitirá crear más plazas hoteleras sin límite establecido y, en algunos sitios específicos, más bares y discotecas. Mercè Homs (CiU), la regidora del distrito, defendió las bondades del cambio y aseguró que “asumirá los riesgos” del efecto que la normativa tenga en el barrio. La oposición cree que se aumenta la presión turística sobre los barrios al máximo. CiU y PP aseguran que mejorará las condiciones de vida.

Homs dijo que la modificación “garantiza un mejor equilibro comercial y es más contundente con las actividades que alteran la convivencia vecinal”. El plan ha sido fuertemente criticado por la Asociación de Vecinos del Casc Antic y de L'Òstia, los restauradores y algunos hoteleros.

Según la normativa aprobada ayer, en el perímetro del distrito se podrán crear nuevas plazas hoteleras sin límite. Dentro de esta área, las fincas patrimoniales catalogadas B también pueden devenir nuevos hoteles. Cada uno de estos negocios tendrá que recibir el visto bueno del pleno. También se crean ocho áreas de tratamiento especial donde se pueden abrir nuevos bares y restaurantes, como la plaza Orwell o El Call judío.

Jordi Martí (PSC) aseguró que el cambio del plan se vende como una modificación para “evitar realizar un proceso participativo”. Desde Iniciativa acusan a CiU y PP a obedecer a los lobbies. Unitat per Barcelona considera que construir hoteles de tres estrellas hará que lleguen turoperadores que reventarán los precios.