2.000 manifestantes protestan contra la corrupción en Barcelona
La marcha ha comenzado en la Delegación del Gobierno y ha terminado en la sede de Convergència Democràtica
La convocatoria de marcha contra la corrupción atrajo anoche en Barcelona a unas 2.000 personas. Los manifestantes, después de concentrarse ante la Delegación del Gobierno, se dirigieron hacia la sede central de Convergència Democràtica, en la calle de Còrsega, pues a la supuesta corrupción del PP, en Barcelona se unió la presunta financiación irregular de Convergèrncia, puesta de relieve por el juez del caso Palau esta semana, para concluir ante la sede del PP, en la calle Urgell. Con la presencia de numerosas banderas republicanas, los manfiestantes corearon consignas como Rajoy y Cospedal a Soto del Real, Si se puede y CiU y PP la misma mierda es.
Las concentraciones ante las respectivas sedes y las marchas entre ellas no registraron incidente alguno. Tan solo en la calle Urgell, ante la sede del PP, se vivió algún momento de tensión y los antidisturbios de los Mossos se pusieron los cascos, pero la cosa no fue a más.
La manifestación nació el pasado domingo, día en que una serie de tuits, iniciados por Ada Colau, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), invitaban, bajo el hashtag #FemForaLaMafia, a una concentración improvisada frente a la Delegación del Gobierno de Barcelona, que depués se trasladó a la sede del PP. Activistas, usuarios de la Red y militantes de partidos e, incluso, partidos —CUP, ICV-EUiA, Procés Constituent—, se apuntaban a la idea. El tiempo de convocatoria era corto para las dinámicas de la Red. Aún así, se concentraron un millar de personas que acordaron repetir la protesta al día siguiente, en lo que, según el parecer de una cyberactivista barcelonesa, “es un error. Es preferible que las convocatorias crezcan en la Red. Como ha hecho en Madrid a lo largo de esta a semana”.
A lo largo de la semana, ha ido integrando en el caso Palau. El lunes, acudió a la concentración un diputado en el Congreso por ERC.
El martes —con el caso Palau en explosión, y con el veto de CiU, ERC y PSC a un síndico que posibilitó la investigación del caso Crespo de corrupción sanitaria—, ERC dejó de emitir hashtags del 18J. En Barcelona la convocatoria, inicialmente más espontánea que la de Madrid, alude a un dibujo de la corrupción más complicado. Un indicio de la difícil comunicación de ello es que la concentración puede ser, iconográficamente, más barroca que la de Madrid.
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