La imputación de Bataller marca el debate sobre el estado de Castellón
La oposición critica al alcalde su falta de liderazgo y la división en el PP
La imputación del alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, en la trama Gürtel por la adjudicación de contratos a Orange Market cuando era subsecretario de Sanidad ha marcado el punto de deriva de su equipo de gobierno y acentuado las divisiones internas del grupo municipal. Su imputación sobrevoló el debate anual sobre el estado de la ciudad, celebrado este jueves, hasta tal extremo que llegó a parecerse más bien a un debate sobre el estado del gobierno de Bataller. Aunque las referencias a su situación judicial fueron contadas, los partidos de la oposición pusieron en entredicho la capacidad de liderazgo del regidor y aludieron a la división de los ediles del PP.
El portavoz del grupo popular, Miguel Ángel Mulet (quien tomó la palabra en el turno de réplica en lugar del alcalde) salió al paso incluso antes de que las referencias a la debilidad del equipo de gobierno fueran a más durante el segundo turno de palabra. “Hoy nuestro grupo se ratifica y respaldamos la ya demostrada eficacia de la gestión de nuestro alcalde”, fueron las palabras con las que Mulet abrió su turno con clara intención de acallar las críticas antes de que se produjeran.
Previamente, Bataller basó su segundo año al frente del gobierno municipal en los supuestos hitos económicos alcanzados, principalmente, la eliminación de los ocho millones de remanente de tesorería negativos. Además, anunció el inicio de los trámites para la redacción del nuevo PGOU anulado dos veces por el Supremo y que ha marcado buena parte de su mandato. De hecho, las sentencias contra el urbanismo castellonense centraron también las críticas en el pleno. El regidor no aludió a su situación judicial pero sí reclamó a la oposición que sea "más tolerante".
El regidor alardea de la estabilidad económica del Ayuntamiento
En un primer momento, solo la portavoz de EU, Carme Carreras, habló de su imputación. Tras criticar la “caótica situación económica” por el aumento de la deuda municipal, Carreras pidió su dimisión por “higiene democrática”. La portavoz del PSPV, Amparo Marco, centró su discurso en la “falta de liderazgo” de Bataller. Solo en su segundo turno manifestó la “necesidad” de tener un alcalde “que se preocupe de los problemas de Castellón y no de salir de sus problemas judiciales”.
Fue el portavoz de Compromís, Enric Nomdedéu, quien más evidenció la división del grupo popular tras la imputación aludiendo a su “gobierno débil” y a la existencia de un “cuatripartito” en sus propias filas. “A usted le corresponde que hagan un discurso de base y el problema de esta banda de jazz (aludiendo a los gustos musicales del alcalde) no es que tenga solistas, sino que usted, que lleva la batuta, es incapaz de marcar el ritmo”, dijo. Bataller tomó la palabra para cerrar el pleno e intentar zanjar debate sobre la división interna. “Esto es la big band”, aseguró.
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