La exconselleira de Facenda se niega a comparecer ante la comision de las cajas

La exconselleira de Facenda de la Xunta Marta Fernández Currás, que tuvo un destacado protagonismo en el proceso de fusión de las cajas de ahorros gallegas, se niega a comparecer en la comisión del Parlamento autónomo creada para investigar la ruina de Caixa Galicia y Caixanova. Fernández Currás ha enviado una carta a la Cámara en la que alega que sus responsabilidades en el Gobierno central influyen en organismos implicados directamente en el asunto que investiga el Parlamento, como son el Banco de España, el FROB o el Sareb, el llamado banco malo,

Todos esos organismos dependen del Ministerio de Economía mientras que Fernández Currás está integrada como alto cargo en otro departamento, el de Hacienda, que dirige Cristóbal Montoro. La exconselleira expresa sus sospechas de que si comparece a los diputados "les resulte difícil diferenciar" entre las actuaciones que tuvo como responsable de la Xunta y las actuales derivadas de su cargo de secretaria de Estado. "De ello se desprende un riesgo de que la actuación de la comisión de investigación pueda extenderse más allá del ámbito que le es propio y pudiera comprometer mi propio deber de sigilo", afirma en la carta. La comparecencia de Currás estaba prevista para este viernes, al igual que la del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien a su vez ha aplazado su testimonio alegando que esta semana tenía previsto un viaje al extranjero.

Mientras, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitió esta mañana, en la sesión de control al Gobierno del Parlamento de Galicia, que no todas las auditorías e informes barajados por el Ejecutivo gallego y las extintas cajas recomendaban la fusión de las dos entidades gallegas. Aunque los “ocho” estudios barajados negaban la viabilidad de las cajas en solitario, varios de ellos proponían otra solución distinta a la fusión dentro de Galicia.

Hace diez días el portavoz parlamentario popular, Pedro Puy, defendió en el marco de la comisión de investigación parlamentaria sobre las cajas que la decisión de unir Caixanova y Caixa Galicia “no se toma en base a un estudio hecho por una auditoría”, en referencia al informe específico encargado por la Xunta a KPMG que la oposición considera elaborado “al dictado” del Gobierno gallego para avalar la fusión. Según Puy, no solo se estudió la auditoría de KPMG sino que se barajaron “algo así como ocho informes” sobre el asunto. Ayer Feijóo también intentó restar relevancia al informe de KPMG, cuyas conclusiones se presentaron en su momento con gran parafernalia, para lo que enumeró esos “ocho” informes y sus conclusiones, haciendo hincapié en que “todas las auditorías coincidían en que ninguna caja podía proseguir por sí misma”. Pero en la enumeración de sus conclusiones lo que dejó claro el presidente es que, más allá de esa premisa, varios de aquellos informes proponían otro tipo de fusiones con otras entidades foráneas.

Feijóo detalló que Caixanova encargó un estudio a Deloitte que proponía “una fusión con entidades de fuera”. Que Analistas Financieros Internacionales (AFI) también propuso a Caixanova “una fusión”, sin detallar de qué tipo, y reformar la ley para “ampliar la edad de los consejeros de las cajas”. Que Price Waterhouse elaboró otros dos informes, en uno de los cuales proponía la fusión con entidades de fuera y en otro, para Caixa Galicia, se apostaba “por una fusión gallega”. Y que Boston Consulting Group apostó por la “fusión gallega”. Feijóo añadió a estos informes la ‘due dilligenge’ de KPMG y el plan de negocio definitivo que dio lugar a la fusión. En su enumeración, a Feijóo aún le faltaría un octavo estudio de Deloitte, el segundo a la misma consultora encargado por Caixanova, que Pedro Puy mencionó hace unos días.

Desde la oposición, el socialista Manuel Vázquez criticó que la mala situación de las entidades financieras gallegas, fusionadas por “una decisión política con una auditoría [la de KPMG] pagada con dinero público”, impide que las familias y empresas gallegas tengan crédito, lo que dificulta la recuperación económica. AGE, a través de Yolanda Díaz, censuró que la auditoría de KPMG proponía incluso “vender más preferentes” para hacer solvente a la nueva Novagalicia ya fusionada. Y aunque el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, no centró tanto su intervención en la cuestión de las cajas, a él fue al que Feijóo respondió que “con el bipartito se emitieron [participaciones] preferentes perpetuas”, frente a las emitidas con el PP con fecha de vencimiento.

Por otra parte, en sus respectivas preguntas al presidente los socialistas criticaron la mala evolución de la economía gallega en los primeros seis meses del segundo Gobierno de Feijóo, a lo que el presidente respondió que los datos eran mucho peores durante el bipartito. Desde el BNG se criticó la manipulación de los medios públicos y el intento del delegado del Gobierno, Samuel Juárez, de “criminalizar” al nacionalismo gallego, sobre lo que Feijóo se despachó recordando los enfrentamientos internos del bipartito a cuenta de su presencia en la TVG y la Radio Galega. Y AGE pidió transparencia a la Xunta tanto con la documentación sobre las cajas como con la relación de Feijóo con el contrabandista Marcial Dorado. Pero el presidente les respondió que sobre las cajas “toda la información está aquí a su disposición” y les censuró que “llevan seis meses en el Parlamento sin hacer una sola propuesta” y que participen “de observadores” en la comisión sobre las cajas en lugar de “venir a trabajar”.