Aulas sin testimonios
La ausencia de víctimas en las escuelas supone un cambio de rumbo en la política educativa
Los alumnos no escucharán más las voces de las víctimas de violencia de género en las aulas. Los testimonios no se incluyen, en principio, dentro del borrador del nuevo plan educativo, que busca utilizar "otra serie de herramientas" para la prevención de actitudes de maltrato. La consejera de Educación, Cristina Uriarte, aclaró que durante el último año han sido sólo tres las escuelas que han querido contar con su presencia. Todo ello supone un cambio de rumbo en la política educativa implantada por el anterior ejecutivo socialista, que impulsó con fuerza el programa de testimonios presenciales en las escuelas. Sin detallar más cuestiones políticas, explicó que ha sido adoptada para evitar que los estudiantes tengan una visión limitada del perfil de la víctima. "La identificación de lo que son, con un testimonio de una persona con una serie de problemas concretos, podría crear una visión deformada del problema" aseguró.
De hecho, el último estudio de la Ertzaintza aclara que a diferencia del estereotipo de mujer maltratada que todo el mundo asocia a una de 50 años, casada, y sin estudios que se lanza a través de la publicidad, el 35 % de las mujeres agredidas en el País Vasco en 2010 eran menores de 30 años.
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