Varela admite que las indemnizaciones fueron “excesivas”

Fue el elegido para alternarse la presidencia de Novacaixagalicia, la caja nacida de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova que solo duró diez meses, con Julio Fernández Gayoso. Esta mañana Mauro Varela siguió al directivo de Caixanova en el turno de comparecencias en la comisión del Parlamento gallego que investiga el fiasco de las cajas pero su actitud fue bien distinta.

A diferencia de Gayoso, Varela se esforzó en contestar expresamente a las preguntas de los diputados y arrancó su alocución con un mea culpa. Aunque su cargo era “institucional” y no ejecutivo tanto en Caixa Galicia como en la entidad fusionada, asumió un “tanto de culpa” por tener una responsabilidad de vigilancia en unas cajas cuya gestión las llevó al naufragio. Varela, que dimitió de su cargo en Novacaixagalicia tras declarar que los preferentistas sabían el tipo de producto financiero que compraban, tampoco se escudó en la crisis económica para explicar el fracaso de la fusión y admitió que en los noventa tanto Caixa Galicia como Caixanova se lanzaron a comportarse como bancos en un devenir pilotado por consejos de administración “no profesionales”. “La ampliación de las cajas fue lo que llevó en gran parte al descalabro de estas instituciones”, afirmó.

De las preferentes, Varela explicó que al no tener las cajas accionistas eran la única forma de capitalizarse y que el sistema “funcionó bien” hasta que llegó la crisis. Sobre las indemnizaciones millonarias que percibieron exdirectivos de la caja fusionada y que investiga la Audiencia Nacional, Varela defendió su legalidad pero reconoció, aunque le costó, que desde el punto de vista ético eran “excesivas teniendo en cuenta las circunstancias”.

El expresidente de Caixa Galicia también aseguró que él no percibió ni un euro al irse y, durante los años en que tuvo cargos en las cajas, solo cobró dietas, aunque no concretó cuánto. “Salí como entré, mejor dicho peor, porque dejé gran parte del trabajo profesional”, se defendió, para luego asegurar que un cambio normativo le obligó a quedarse en Novacaixagalicia, pese a que él hubiera preferido irse. Sobre la fusión, sostuvo que Caixa Galicia nunca negoció unirse a otra entidad que no fuera Caixanova y que nunca tuvo acceso a la auditoría de la consultora KPMG que, según la Xunta, avaló la frustrada integración. “Les agradezco lo bien que me han tratado”, dijo a los diputados para cerrar su intervención.