La EMVS se salva gracias a la venta por 185 millones de pisos y solares
Ha colocado 18 edificios y cinco parcelas en Arroyo del Fresno y Bravo Murillo
La Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) ha sobrevivido a la posición de jaque en la que le había colocado su precaria situación financiera, y lo ha hecho gracias a una operación de venta de inmuebles y suelo que ha inyectado liquidez y ha demostrado que la sociedad mercantil, además de prestar un servicio social recogido entre las competencias municipales obligatorias por ley, también es viable económicamente.
La EMVS ingresará próximamente más de 185 millones de euros por cuatro parcelas en Arroyo del Fresno, un solar en la calle de Bravo Murillo y 18 bloques de viviendas de alquiler social repartidos por toda la ciudad. Esta tarde, su Consejo de Administración estudiará y aprobará la segunda parte de esta estrategia de salvamento: un plan de viabilidad “para sacar adelante la sociedad y seguir prestando servicios tan valorados por los ciudadanos como el alquiler y la rehabilitación”, avanzó ayer la concejal de Urbanismo, Paz González (PP).
» Más de 100 millones por 18 bloques de pisos. La EMVS sacó a la venta en mayo 1.860 viviendas de alquiler social, y estudia ahora tres ofertas que oscilan entre 112 y 140 millones de euros y que debe valorar de acuerdo con las complejas peculiaridades de la operación. Los 18 bloques de viviendas, que suponen una quinta parte de los 8.602 pisos de la EMVS, están hipotecados en 81 millones de euros, y tienen un valor contable de 162 millones. Los inversores que adquieran los edificios deberán mantener las rentas protegidas durante los años que resten de contrato; los inquilinos con opción de compra (652) tendrán que negociar con el nuevo propietario, que habrá de respetar también un precio máximo.
» 71 millones por cuatro parcelas en Arroyo del Fresno. La EMVS tiene una cartera de suelo de 1.428.315 metros cuadrados. Dentro de su plan de salvamento, en mayo puso a la venta cuatro parcelas en el nuevo barrio de Arroyo del Fresno, que sumaban 52.227 metros cuadrados de superficie y casi 95.000 de superficie edificable. Obtendrá por ellas 71 millones de euros, según la opción de compra ya firmada. La operación no podrá ser perfeccionada sin embargo hasta que el Ayuntamiento saque a ese barrio (y al resto de nuevos desarrollos de la ciudad) del limbo al que los mandó la sentencia del Tribunal Supremo del pasado mes de septiembre que anuló el actual Plan General de Ordenación Urbana. El Gobierno municipal asegura que estará solventado en agosto. Sobre ese suelo sólo pueden construirse viviendas protegidas.
» Las parcelas hipotecadas pasan al Ayuntamiento. La EMVS estaba al borde de la desaparición porque sus gastos no cubren en la actualidad sus ingresos, y arrastra una deuda de 630 millones, de los que debe amortizar 368 entre 2013 y 2014. Parte de esa hipoteca pesa sobre sus pisos: tiene 8.602, valorados en 546 millones y por los que debe 305 millones. Planea desprenderse de gran parte, solventando así esa hipoteca. Su principal problema es sin embargo su cartera de suelo, valorada en 348 millones pero con una deuda de 243 millones. La mayor parte de esa hipoteca (234 millones) se concentra en 20 parcelas, cuyo valor real (166 millones) es inferior a su hipoteca. El mercado está muy cerrado a la compra de suelo, así que el plan de viabilidad prevé traspasar parcelas hipotecadas al Ayuntamiento, para que asuma él la carga.
La EMVS compró ocho de esas parcelas en el momento álgido de la burbuja inmobiliaria, entre 2006 y 2008, pagando por ellas 247 millones. Ahora valen 77 millones, pero debe 195 millones por ellas. El principal vendedor de ese suelo a la EMVS fue el propio Ayuntamiento, que usó el dinero para pagar otros proyectos.
» Transfusión para acabar pisos en construcción. La EMVS tiene 14 promociones en marcha, con un total de 1.542 pisos por terminar. Seis de ellas carecen de financiación, y conseguirla de los bancos es imposible porque la EMVS ha pasado a considerarse parte del sector público y, por tanto, no puede endeudarse más. Para lograr los 69 millones que necesita para las obras contará con la ayuda del Ayuntamiento.
Este último detalle resulta fundamental para entender la situación de la EMVS: el Gobierno central (PP) obliga ahora a las empresas municipales a ser rentables, independientemente de su función social, so pena de liquidarlas. Y, además, impide al Ayuntamiento endeudarse ni tan siquiera para poder terminar los pisos y venderlos para hacer caja.
IU critica la enajenación de las antiguas cocheras
Dentro de su plan urgente de salvamento, la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) se ha desprendido también de una parcela de 8.698 metros cuadrados en el número 107 de la calle de Bravo Murillo, en la que el siglo
En 2005, el entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP) presentó un proyecto para construir allí 110 viviendas públicas, rodeadas de zonas verdes y equipamientos deportivos y sociales.
Hubo que esperar a 2008 para tener un proyecto. El estudio de arquitectos FAM ganó el concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento, y se empezó a tramitar un plan parcial, aprobado en septiembre de ese año, para ordenar la manzana entre las calles de Bravo Murillo, Almansa, Doctor Santero y Garellano.
En diciembre de 2012, se aprobó la reparcelación del suelo, pero no se incluyó dotación para el proyecto en los presupuestos de 2013, a excepción de 150.000 euros de uso indeterminado.
Finalmente, la EMVS ha optado por vender la parcela que el Ayuntamiento le cedió para construir viviendas sociales. Ha ingresado por ella cuatro millones de euros. La alcaldesa, Ana Botella, decidió en otoño acabar con la construcción de vivienda protegida, de forma que ese suelo no tenía otra salida que la venta. El comprador deberá en cualquier caso hacer allí pisos protegidos.
“Los programas del PP son papel mojado, y su credibilidad está por los mismos suelos que vende sin ser suyos después de llevar prometiendo ocho años construir 110 viviendas sociales y zonas verdes”, critica el portavoz de Izquierda Unida, Ángel Pérez. “La política del equipo de Gobierno, en general, viene a ser vender lo que no es suyo después de haberse gastado lo que no tenían. Pero el grado de improvisación es ya más que preocupante cuando se está esquilmando día sí y día también el patrimonio de todos los madrileños”, añade.
Sobre el futuro de la EMVS, Pérez afirmó ayer en la comisión de Urbanismo: “Creemos que debe existir y que puede ser una empresa rentable en un sector público compensado. Tiene una deuda importada por una gestión política, y el Ayuntamiento debe reconocer esa deuda. Los trabajadores no son la causa, y garantizar el empleo tiene que ser una prioridad. La venta de activos no puede hacerse contra los derechos de los inquilinos, debe hacerse con negociación”.
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