Verdú le dice adiós al Espanyol
El mediapunta desestima definitivamente la oferta de renovación del club al considerarla insuficiente
La política de austeridad en el Espanyol se cobró ayer a una de las mejores piezas del equipo de Javier Aguirre. Joan Verdú (Barcelona; 1983) decidió definitivamente no aceptar la última oferta de renovación presentada por el club y, dado que su contrato expira el 30 de junio, dejará de ser blanquiazul. A la entidad catalana, cercada financieramente, le apremia ceñir gastos. Y el centrocampista, después de muchas idas y vueltas con el club, con muchas reuniones y tras meditarlo hasta el último instante, optó dar por finalizadas las negociaciones, a pesar que su intención era continuar en el club.
Con una sonrisa nerviosa y arropado por su padre, su mujer, su representante y su amigo y compañero de vestuario Sergio García, Verdú se presentó en el auditórium de Cornellà-El Prat para anunciar su adiós al Espanyol. El único representante del club que estuvo presente fue Óscar Perarnau, director deportivo. “Todos saben cómo es la situación y esperamos hasta el último momento. Ha sido una decisión muy complicada. Le dije a mi representante, medio en broma medio en serio, que volvería a jugar en el Espanyol en al algún momento. Me da lástima no haber podido despedirme de la afición y de mis compañeros”, se arrancó el centrocampista con la voz quebrada.
Formado en la cantera del Barcelona, tras su paso por el Deportivo, Verdú se calzó por primera vez la zamarra blanquiazul en la temporada 2009-2010. En el verano de 2011, el Villareal, luego de traspasar a Santi Cazorla al Málaga, puso los ojos en él. “Hace dos años rechacé ofertas. El club me hizo una promesa, me la creí y no se ha cumplido. Confié en esa palabra, yo respondo por mis actos y por eso estoy muy tranquilo”, aseveró el futbolista; “no soy un mercenario y quien lo piense se equivoca. No es un tema puramente económico, también es de confianza y de poder sentirme valorado”. En las tres primeras tres temporadas de Verdú con la camiseta del Espanyol, con Mauricio Pochettino en el banquillo, el exjugador del Barcelona era el dueño de todos los balones que circulaban por la medular. El 10, siempre elegante, conducía el equipo a su antojo. La llegada de Aguirre a Cornellà cambio la cara del juego del equipo. El cuero dejó de corretear por el césped y empezó a pasear más por el aire. Y Verdú lo sintió, perdió protagonismo. Sin embargo, el mexicano confiaba en las condiciones del enganche y lo que podía aportar a su equipo. “Aguirre me dijo que quería que me quedara, me trasladó su plena confianza en mí”, explicó.
Verdú se vistió de blanquiazul en 156 partidos y autografió 24 goles. El Espanyol pierde a uno de sus cuatro capitanes del equipo y al máximo artillero en el último curso con nueve dianas. “Ha faltado confianza y también valorar todo lo que he hecho en estos cuatro años y lo que podía dar en adelante. He intentado agotar todas las posibilidades. Ahora tengo que mirar por mi futuro, tengo una familia detrás”, reflexionó el catalán. “Siempre pensé que me iba a retirar en el club. A partir de ahora seré un aficionado más”, sentenció. Y hasta más ver, Espanyol.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.