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La llamada de un portero frustra el atraco al banco en la calle de Alcalá

Cuatro encapuchados accedieron y huyeron de la entidad por las alcantarillas

F. Javier Barroso
Policías en la entrada de la oficina que sufrió el intento de atraco.
Policías en la entrada de la oficina que sufrió el intento de atraco.j. j. guillén (EFE)

“He oído algo raro, mucho ruido y he llamado a la policía”. Con esa sencilla frase un portero de una finca colindante a la sucursal del Banco Santander del número 74 de la calle de Alcalá quitaba importancia a su acción. La policía llegó de inmediato a la entidad, lo que frustró el atraco. Los cuatro encapuchados huyeron por la misma vía por la que entraron: las alcantarillas, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El robo frustrado comenzó alrededor de las 8.10 de ayer, cuando comenzaron a llegar al trabajo los empleados de la sucursal bancaria situada en la confluencia de las calles de Alcalá y Príncipe de Vergara. Estos desactivaron los sistemas de alarma volumétricos, que saltan ante el movimiento dentro de la sucursal. Los asaltantes —que ya estaban dentro y que iban armados con pistolas y con un machete— los metieron en una sala contigua a la zona de atención a los clientes. Su objetivo era esperar a que se abriera la caja fuerte tras el retardo de seguridad.

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Sin embargo, sus previsiones fallaron. Justo en la pared contigua al banco está la vivienda del portero, que lleva 15 años en este puesto. “A esa hora es raro que se oigan ruidos, por lo que he llamado inmediatamente a la policía”, declaró a este periódico el conserje. Eso sí, dejó claro que no sabía ni cuántos ni cómo eran los asaltantes. “No les he visto ni la cara ni nada porque no he salido de casa”, afirmó con tono de preocupación.

Los coches patrulla de la Policía Nacional que estaban en la zona acudieron de inmediato e intentaron entrar en la sucursal. Los ladrones huyeron entonces a toda velocidad. Los especialistas de la Unidad de Subsuelo rastrearon la zona, pero no dieron con los asaltantes. Se fugaron sin dejar rastro. Fuentes policiales confirmaron que el banco tiene acceso directo desde las alcantarillas. Les bastó un simple butrón —romper un pequeño muro— para acceder a la entidad. Ese fue el ruido que presumiblemente oyó el portero a primera hora de la mañana. De hecho, justo a la entrada se pueden contar 15 entradas de distintos servicios como agua y telefonía.

Tres de los empleados resultaron heridos de carácter leve al ser golpeados por los asaltantes. Uno de ellos recibió un culatazo con una pistola. Los tres recibieron el alta en el lugar, tras ser atendidos por los servicios sanitarios.

La oficina permaneció cerrada durante toda la mañana. Un simple cartel en el que se podía leer “Oficina no operativa. Disculpen las molestias” colocado en la puerta avisaba a los clientes de que no podían entrar en la sucursal. Tenían que desplazarse a las situadas en las calles de Príncipe de Vergara y O’Donnell. Los empleados pusieron dos grandes carteles anunciadores en la puerta para evitar que se pudiera ver el interior.

Al lugar se desplazaron especialistas de la Policía Científica y del Grupo XII de la Brigada de Policía Judicial, especializados en la lucha contra atracos en bancos. Los primeros intentaron recoger huellas y rastros que permitan detener a los autores. En principio, resultará difícil dado que iban encapuchados y con guantes. Los investigadores estaban visionando ayer las cámaras de seguridad de la entidad.

Fuentes policiales explicaron que los ladrones tan solo tuvieron tiempo de apropiarse del dinero que había en efectivo en la caja. En total, unos 25.000 euros. Se trata de una cantidad que se deja lista para poder abrir la entidad bancaria antes de accionar la caja fuerte.

Este método de esperar a los trabajadores dentro de la sucursal ya ha sido empleado en otros robos en la capital, como el ocurrido en abril de 2011 en la sucursal de Caja Madrid situada en el paseo de Santa María de la Cabeza. El año pasado se cometió otro similar en otra sucursal del Banco Santander de la capital.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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