“No queremos ser la CUP 2”
Miralles y un grupo de afines impulsan una corriente crítica en EUiA contra los “tics oportunistas” de la cúpula
Hasta que la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), llegó al Parlament, lo rompedor era no llevar corbata. Con la irrupción de los diputados y sus camisetas, la vestimenta ya no es suficiente para diferenciarse. Y, según lamentó ayer una corriente crítica surgida de la antigua dirección de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), la vía del partido que ahora dirige Joan Josep Nuet no ha sido diferenciarse de la CUP, sino intentar copiarla, incluso en la moda de las camisetas reivindicativas. “No queremos ser la CUP 2”, resumió Fèlix Alonso, alcalde de Altafulla y portavoz circunstancial del nuevo sector crítico.
La corriente, todavía sin nombre, está impulsada por varios consejeros nacionales del partido, entre los que destaca el ex coordinador general y exdiputado en el Parlament Jordi Miralles, la exdiputada Mercè Civit y otros consejeros como Francesc Ramos, Rut Garrido, Maribel Nogué e Isabel Soley.
Una de las preocupaciones del corriente es la influencia que la CUP ha ejercido en la forma de actuar de los comunistas
El grupo, que todavía no ha conformado la corriente crítica oficialmente, a la espera de presentarse ante el resto de militancia, da el paso adelante tras detectar “tics oportunistas” y “falta de respeto al pluralismo” en la nueva dirección, surgida del congreso celebrado hace un año. “Ha habido actuaciones que no pensábamos de ninguna manera que pudieran surgir de la dirección que salió del congreso”, denunció Alonso, que también lamentó el “coqueteo” de la dirección de EUiA con la “antipolítica”.
El documento que presentaron como pistoletazo de salida a la corriente crítica es todavía más duro: “La preocupación de los afiliados en EUiA se presenta por una deriva política, por contradicciones repetidas en propuestas y declaraciones, y por actitudes oportunistas. Se ha limitado el pluralismo, se han vivido procesos con pocas garantías democráticas y, sin explicación, no se han cubierto responsabilidades importantes”, explica el texto. Alonso añadió que ha habido militantes que han abandonado la formación al sentirse excluidos.
Una de las preocupaciones de la corriente es la influencia que la CUP ha ejercido en la forma de actuar de los comunistas: “Hemos constatado que nuestra dirección, depende de lo que se habla, se pone una camiseta u otra”, lamentó Alonso, que opinó sobre la irrupción de la CUP: “Ha entrado con mucha fuerza comunicativa y ha influido en nuestra organización. No queremos ser la CUP dos, no queremos ser lo que ellos son. Pero bienvenidos sean y espero que podamos sumar”.
La corriente crítica no solo denuncia los vaivenes de la dirección para combatir la CUP, sino que lamenta los intentos para desestabilizar al socio de coalición, ICV. “La alternativa se construye desde la coalición, por lo que es imprescindible el fortalecimiento de ICV-EUiA en todos los niveles”, reza el documento que presentaron. “La coalición se está reforzando, pero EUiA va perdiendo fuelle”, agregó Alonso.
Pese a contar con el ex coordinador general, Jordi Miralles, apeado en el último congreso a su pesar, la corriente interno no se plantea, de momento, configurar una candidatura alternativa dentro de EUiA. “Queda mucho tiempo”, alegó Alonso. El sector quiere influir en la cúpula liderada por Nuet. “Nos gustaría que nuestra dirección haga un giro de 180 grados, que volvamos a la EUiA fundacional y que deje de ser tan jerarquizada”, apuntó Alonso, que matizó que “dentro de lo mal que está nuestra organización está mejor que la mayoría”. Pese a las críticas, la corriente insiste en que quiere hacer una EUiA más fuerte y se presenta para “sumar”.
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