Miembros de la PAH protestan por las hipotecas multidivisa

Decenas de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se concentran todos los días desde hace una semana frente a la sede del Banco Popular en el paseo de Gràcia. Allí protestan por el caso de José Antonio López, que contrató una hipoteca multidivisa para acceder a su actual vivienda y que ahora no puede pagar porque está en paro desde hace año y medio.

“He abonado ya más de 100.000 euros pero cada vez debo más y no tengo ingresos”, denuncia López, que "solo" pide negociar. “Lo único que me han dicho es que firmé ante notario y que tengo un contrato que cumplir”. José Antonio ha intentado solucionar el problema vendiendo su piso, pero desde la entidad le responden que tendría que asumir un gasto de 165.000 euros si quiere hacerlo, algo a lo que tampoco puede hacer frente.

Quienes contrataron hipotecas en monedas diferentes al euro antes del estallido de la crisis ven cómo ahora deben más dinero que hace años debido a la subida del interés de estas hipotecas provocada por debilidad del euro. En el caso de López, la divisa utilizada fue el yen y contrató su hipoteca por 390.000 euros y ahora debe 590.000.

La PAH denuncia que este tipo de hipotecas multidivisa es un producto vendido como el “timo de la estampita, sin ningún tipo de asesoramiento ni protección ninguna hacia los clientes afectados, siendo un producto de alto riesgo, como lo demuestran diferentes sentencias".

Desde Banco Popular a López no le dan ninguna respuesta. De hecho, la oficina de paseo de Gràcia ante la que protestan permanece con las persianas echadas desde el pasado jueves y con personal de seguridad en la puerta principal que controlan la entrada de clientes. “Se gastan más dinero en persianas que en solucionar los problemas, y lo único que dicen es que en Barcelona no tienen interlocutor”, cuenta Susana Ordóñez, una portavoz de la PAH. Además, Banco Popular ha dicho a los manifestantes que solicitará la intervención de los Mossos si no abandonan las protestas. “Tenemos derecho a manifestarnos, no tienen que amenazarnos con que intervendrán con fuerza”, reclama Susana.