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Un ciudadano de Llafranc

El escritor Tom Sharpe llevaba más de una década viviendo en el pueblo de la Costa Brava "Amaba vivir aquí, primero en el hotel y después en su casa", afirma su esposa

Tom Sharpe en Llafranc en 1996.
Tom Sharpe en Llafranc en 1996.PERE DURAN

El primer teniente de alcalde de Palafrugell, Albert Gómez, la viuda de Tom Sharpe, Nancy Sharpe, la doctora y amiga del escritor británico Montserrat Verdaguer y la directora del hotel Llevant, Carme Farrarons, donde el literato residió durante cuatro temporadas antes de adquirir su actual vivienda, han comparecido ante los medios de comunicación tras la muerte este jueves del escritor de 85 años en su domicilio de Llafranc. Albert Gómez ha transmitido el pésame a la esposa de Sharpe, del que ha subrayado su "humor corrosivo y ácido para posicionarse contra lo que encontraba injusto".

Nancy Sharpe ha explicado que "la familia está muy feliz de que Tom encontrase este lugar, fue muy bueno para él, él amaba vivir aquí, primero en el hotel y después en su casa". "Ha muerto del modo menos cruel y estamos contentos por él, una persona que amaba la luz, el Mediterráneo y el sol", ha añadido. La doctora Verdaguer ha contado que Sharpe ha fallecido "tranquilo" y ha revelado que trabajaba actualmente en una autobiografía.

La directora del hotel Llevant ha relatado cómo el escritor llegó a este establecimiento a principios de los años noventa acompañado por su agente y que Llafranc le produjo "un amor a primera vista". Ha recordado a Sharpe como una persona "muy disciplinada",  que se dedicaba todo el día a su trabajo.

Por su parte el alcalde de Palafrugell (Girona), Juli Fernández, también ha lamentado la muerte de Sharpe y ha dicho que supone una "pérdida importante" para el municipio y la literatura. Fernández ha explicado que desde el consistorio han recibido la noticia con "impacto y rabia", y ha destacado la calidad literaria y humana del escritor, residente en Llafranc desde hacía más de 15 años.

"Era muy defensor de los derechos humanos y de la igualdad", ha incidido Fernández, que ha resaltado que incluso escribió un libro sobre la sanidad pública catalana en el que explicaba que en Inglaterra no le hubieran tratado como en Cataluña. Así, ha trasladado el pésame a la familia como alcalde y en nombre de todo el pueblo, y se ha puesto a su disposición para decidir cómo reconocer y agradecer lo que el autor de Wilt ha hecho por Llafranc.

En este sentido, el Ayuntamiento está dispuesto "con mucha ilusión" a hacer un reconocimiento al autor, dando su nombre a una plaza o calle, por ejemplo, si bien ha insistido en que es la familia quien tiene que decidirlo. Fernández ha relatado que Sharpe, que nació en Londres en 1928, llegó a Cataluña para pasar unas vacaciones, pero se enamoró del paisaje y la tranquilidad del municipio, pese a la temporada turística, y decidió establecerse en Llafranc, primero en un hotel y luego en su domicilio.

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"Hace unos años vine a dar una rueda de prensa en Barcelona, y aproveché para preguntarle a mi editor y a mi agente si conocían algún hotelito donde pudiera descansar durante unos días. Me recomendaron el hotel Levante, aquí en la Costa Brava. Pasé unos días con mi mujer. Al año siguiente pasé un mes. Al siguiente, dos meses, y llegué a pasar cinco meses al año en el hotel", explicó el escritor en una entrevista a este diario en 2004.

El escritor será incinerado tras una ceremonia anglicana que impartirá en la iglesia San Martí un pastor residente en el vecino municipio de Madremanya, el próximo domingo a las 08.15 horas. Mañana a las 9,00 horas el cuerpo de Tom Sharpe será trasladado al tanatorio de Palafrugell donde se instalará el velatorio hasta el domingo. Posteriormente, las cenizas del escritor viajarán a Inglaterra, donde se repartirán entre Cambridge y la ciudad británica de la que su familia es originaria, Sunderland, aunque parte de ellas quedarán en Llafranc. 

Esa "maravillosa" sanidad catalana

Antía Castedo

Tom Sharpe dedicó parte de la presentación de su último libro (Los Grope, Anagrama/Columna) a hablar de su salud y a lanzar elogios al sistema sanitario. Con 81 años y caminado con la ayuda de muletas, el escritor calificó de "maravillosa" la sanidad catalana y llegó a decir que los médicos de Girona le habían salvado la vida. De haber sido atendido en su país natal, Inglaterra, "ahora quizás estaría muerto", dijo en una rueda de prensa que el redactor de la agencia Efe calificó de "como mínimo, particular" porque Sharpe habló más de su salud que de la obra que presentaba.

Sharp sabía de lo que hablaba. Ya había sufrido un ataque al corazón y la rotura del tendón posterior de la tibia. Aunque achacaba su mal andar al error de diagnóstico de su médico de Cambridge. "Es por eso por lo que amo a Cataluña", declaró. Por eso y por tratarse, en su opinión, de un "país civilizado". Pero fue una peritonitis lo que había puesto a Sharp al borde del abismo en 2006. Sobrevivió, y por ello dedicó Los Grope a los médicos que le atendieron, una de las cuales -Montse Figuerola-, le acompañaba en esa rueda de prensa.

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