“Escribir bien es la única forma de urdir una buena historia”

Es un escritor muy apreciado por los propios escritores. Tiene un público fiel pero no mayoritario que ahora, sin duda, aumentará gracias a su última novela La invención del amor, por la que José Ovejero acaba de recibir el Premio Alfaguara de Novela.

"Escribir bien es la única manera de urdir una buena historia", dice el autor en Valencia, donde ha venido a presentar su libro, en el que profundiza en la naturaleza del amor introduciendo ingredientes del thriller en el contexto de la crisis económica española. Samuel, el protagonista, recibe una llamada de madrugada en su casa que cambiará su vida. No es ninguno de sus amigos cuarentones al que se le ha olvidado algo, después de compartir una cena bien regada con alcohol, ni la amante eventual que ha cambiado de opinión y decide volver; es una voz ignota que le anuncia la muerte de una mujer que no puede recordar. 

"Una vez tengo la voz narrativa, la voz de Samuel, el personaje, surgen un montón de posibilidades en la trama que tienes que ir eligiendo", explica Ovejero, que obtuvo también el premio Anagrama con La ética de la crueldad en 2012. El escritor va cambiando y mezclando géneros y conforme se va acercando más a establecer su residencia en Madrid", ciudad en la que nació en 1958, más aparece la capital de España en su literatura. Ha vivido a caballo entre Bélgica, Italia, Madrid y estancias en  EE UU.

"Mi novela no es como la de [Rafael] Chirbes, que da una visión de la España en plena crisis, pero no se puede concebir un personaje actual, en Madrid, con una empresa en quiebra, en un contexto como el de hoy, sin reflejar las consecuencias de la crisis", señala.

Lector empedernido, seguidor de los escritores del boom latinoamericano y de autores como James Maxwell Coetzee o Philp Roth, Ovejero se ha quedado "deslumbrado" con la literatura de la húngara  Agota Kristof. Ahora, se ha tomado un respiro creativo para atender la campaña de promoción del premio Alfaguara con La invención del amor.