La pobreza se cronifica y las ayudas públicas se recortan, alerta Cáritas

La situación no mejora, alerta Cáritas Diocesana, organización que atendió en 2012 a más de 100.000 personas con serias dificultades económicas en la provincia de Valencia y 90 localidades del norte de Alicante. “Los casos de pobreza y vulnerabilidad se cronifican y alargan”, explicó este jueves Fani Raga, secretaria general de la institución en la presentación del informe de 2012. El desmantelamiento del sistema de protección pública empeora más si cabe la situación y hay un desgaste importante de los mecanismos o últimos asideros de las personas sin ingresos.

El número de atendidos creció respecto a 2011 un 9% y un 170% desde 2007, año de inicio de la crisis. La crisis afectó en un principio a las personas más vulnerables y poco a poco ha pasado a las capas medias. De las 101.775 personas atendidas por Cáritas, casi la mitad (un 49%) son españoles —10 puntos por encima respecto a 2011— y 30.000 de ellos eran menores. Las que demandan ayuda a la institución son en su mayoría mujeres, parejas jóvenes con hijos, mujeres solas con niños a su cargo e inmigrantes en situación de riesgo.

Las familias necesitan ser apoyadas durante más tiempo, tanto es así que el porcentaje de personas nuevas ha sido del 34% frente al 66% que ya estaban siendo atendidas antes. La organización se encuentra cada vez con más casos de familias al borde del desahucio, personas sin prestaciones. “Somos partidarios de la dación en pago. No se les puede dejar en la calle y no reconocer lo que han aportado por su vivienda”, agregó el obispo electo de Tortosa, Enrique Benavent, que participó en la presentación del informe anual.

“Empezamos encontrar una sociedad fracturada donde la pobreza severa crece y hay mucho riesgo de dualización”, apuntó Raga, quien recordó algunos de los últimos estudios que se han conocido. “En términos de renta, hemos perdido casi una década. Es decir, la renta de 2012 es inferior a la de 2001, por citar un ejemplo. Por el contrario, los ingresos de las personas más ricas son siete veces superiores”, agregó la secretaria general. Las diferencias sociales han crecido durante la crisis, pero no se recortan en épocas de bonanza.

Cáritas Diocesana no ocultó su preocupación por la pérdida de derechos sociales cuando la crisis aprieta más. El sistema, vino a decir Raga, no está respondiendo a las nuevas necesidades de la gente. La secretaria general de Cáritas criticó cómo las Administraciones Públicas han endurecido el acceso a las ayudas públicas y además éstas se han recortado. Raga mencionó varios ejemplos. Se refirió al recorte de prestaciones por dependencia en casi un 50%, al copago sanitario y al retraso en el cobro de la renta mínima garantizada.

Cáritas Parroquiales ha invertido en 2012 para atender a todos estos casos 3,7 millones de euros y Cáritas Diocesana 3,9 millones. De este gasto, han dedicado 2,7 millones entre las dos para la atención primaria de ayuda directa a la alimentación, vivienda, farmacia o educación. “El desmantelamiento de los servicios sociales” hace que las Administraciones públicas “no esté dando ayudas de emergencia”, lamentó Raga.